miércoles, 28 de noviembre de 2007

Embrace the Fear

Dejamos los glaciares para dirigirnos a Queenstown. Esta ciudad es conocida mundialmente como la capital de los deportes de riesgo y aventura. La verdad es que el entorno que la rodea invita a pasarse todo el dia haciendo actividades al aire libre. Se encuentra a orillas de un gran lago (Lake Wakatipu) y tiene al fondo unas montanhas preciosas llamadas originalmente "Remarkable mountains", por esos montes tambien pasaron Frodo y los suyos...como por casi toda NZ.



En los alrededores de Queenstown se encuentra el puente donde se realizo el primer salto de "Puenting" de la historia. Lo visitamos y pasamos un buen rato viendo a gente saltar con todo tipo de estilos, desde el olimpico de la chica de la foto hasta a algunos que caian como sacos. Nos sorprendio gratamente ver a tantas chicas saltando...de hecho durante el cuarto de hora que pasamos alli solo vimos a dos tios...y uno se rajo!!



Desde que planeabamos nuestro viaje a Nueva Zelanda sabiamos que ibamos a tener que tomar una decision en cuanto al numero de actividades a realizar. Con el coche alquilado y la gasofa pal nene, no andabamos muy holgados como para despilfarrar. En un pequenho comite de crisis, decidimos que lo mejor era elegir la mas canhera de todas las actividades, lanzarnos a por esa y asi las demas pasarian a un segundo plano asi que...

Con un par, nos apuntamos a un "Skydiving", creo que la mejor traduccion es caida libre, desde los 12000 pies de altura (3600 metros)...vamos queee, SALTAMOS DE UN AVION!!!! Fue INCREIIIIBLEEEE, yo asombrado, miraba la tranquilidad de Marta (haciendo bromas y todo) mientras subiamos a la altura destino en la avioneta los tres...bueno, los seis ya que el salto era en tandem y teniamos a nuestro "Master" pegado a la chepa respectiva...en realidad los nueve ya que, pa una vez que te tiras de un avion en pleno vuelo, mas vale tener el reportaje grafico al completo, asi que tambien teniamos a un camara para cada uno. Como el avion no era ningun Boeing, ibamos mas apretaos que sardinas en lata.

Arriba nos teneis a los tres mosqueteros enfundados en el disfraz en el que te meten para el salto. Abajo a la izquierda, Martinha en el momento del salto, y a la derecha, yo mismo en forma de banana tal y como nos habian explicado en tierra.



Estareis pensando....barato, barato, no? por supuesto que no, pero sin duda alguna ha merecido la pena. Realmente tienes tres actividades en una: primero la subida en avioneta viendo las vistas de la ciudad (15 minutos), luego la caida libre (40 segundos)... 40 segundos pero que largos que parecen, tienes el cerebro borracho de sensaciones, estas cayendo a casi 200 km/h, puedes contemplar un poco la curvatura de la tierra, vamos que solo de pensarlo se me vuelven a poner los pelos como escarpias. Para acabar, con el paracaidas desplegado y con el corazon desbocado, un descenso panoramico y tranquilito (15 minutos).

Tenemos muchas fotos y sobre todo, lo mas chulo, un DVD que ya vereis cuando volvamos. La empresa era super-profesional y la verdad es que se lo curraron un monton. Como aperitivo aqui teneis el morro de nuestra avioneta y un moderno pastor "Quaderizado" que espantaba a las ovejas de la pista de aterrizaje...nos partiamos de la risa al verlo salir cagando leches cuando se acercaba el avion.



Abajo teneis a superwoman Martinha dandolo todo en su salto, sobran las palabras:





A continuacion estoy yo, con cara de alucine, y pasandomelo como un enano. De nuevo mas vale una imagen queee...





Tras el subidon de adrenalina que llevabamos en el cuerpo, decidimos celebrarlo y tomarnos una copichuela en un curioso bar en el centro de la ciudad...se llama "Minus 5"...para los sabioncillos, si, es un bar donde todo es de hielo desde el suelo, las paredes, hasta las propias copas...lo mantienen entre 5 y 10 grados bajo cero permanentemente. Te ofrecian un cocktail de vodka durante los 20 minutos de la visita...realmente no querias estar mas...que pelete!! (En la foto teneis a Marta y a Javier junto a dos amigos que nos hemos hecho en la isla sur y con los que hemos coincidido bastante a menudo, Nick y Laetitia). Por fin, conseguimos ver un Kiwi...aunque este parecia tener problemas de movilidad...



Despues de tantas emociones, necesitabamos un poquito de relax y nos dirigimos a Milford Sound, para recorrer sus aguas en un barquito. Se llama "Sound" incorrectamente, segun nos explico el guia deberia ser "Fiord", ya que el valle, posteriormente inundado por el Mar de Tasman, fue formado por un glaciar y no por un rio (eso si, seria un "Sound"). Asi que Javier, Marta y yo nos cruzamos miradas y dijimos al unisono: "Osea que un sound es una ria"....tantos anhos intentando explicar el concepto de Ria de Vigo a la penha y finalmente hemos dado con ello "Vigo Sound".

En el camino hacia el fiordo hicimos un par de paradas para caminar un poquito y ver el paisaje de la zona. Nos dimos un paseo muy bonito por un bosque autoctono donde lo mas impresionante era la cantidad de musgo que cubria cada centimetro del terreno. Creo que esta en una de las zonas mas humedas del mundo...damos fe. Tambien nos topamos con el "Kea" una especie de loro (el unico loro alpino del mundo) que esta amenazado y solamente vive en la isla sur de Nueva Zelanda. Amenazado o no, el pajaro es bastante cabroncete y no se asusta por nada. De hecho tuvo a un par de japoneses bastante intranquilos mientras ojeaba la comida que habia dentro de su coche. Yo le hice frente cara a cara...



El crucero en si es maravilloso: viendo cascadas, vida marina y sobre todo las montanhas altisimas que presiden todo el viaje a traves del fiordo. Para que tengais una escala de referencia, paso por delante nuestra un peazo de crucero tipo el "Queenmary" entrando al fiordo....sinceramente parecia una chalupa frente a la pared de roca que lo rodeaba. El dia estuvo regular con bastantes nubes y algo de lluvia...pero le daba un toque mistico al recorrido que no le quedaba mal.





Con el tocho que os envio, dejo el tema gastronomico para otras entradas un poco mas livianas...seguimos ruta, pero eso os lo contaremos en otra ocasion.

Besos para todos.

Juan y Marta

PD: Otras fuentes autorizadas: blog de Javier

sábado, 24 de noviembre de 2007

Isla de Extremos

Nuestra entrada en la Isla Sur de NZ fue bastante triunfal, en un precioso dia de sol cruzamos los Marlborough Sounds que dan entrada al puerto de Picton. El ferry atraveso este monton de islas y montanhas de poca altura cubiertas de vegetacion y rodeadas de pequenhas playas. Lo mejor, la poca presencia humana, solo en algunas playas se veian casas medio tapadas por los arboles, menuda envidia.

Primera visita: el Parque Nacional Abel Tasman, en la costa noroeste. Este lugar es como un paraiso de frondosa vegetacion y playas de arena perfecta. El senhor Abel Tasman navego por estas costas pero no llego a pisar tierra, salio por patas cuando los maories se cargaron a parte de su tripulacion. El caso es que fue un malentendido, los maories preguntaron: amigos o enemigos? El senhor Tasman contesto, sin saberlo, enemigos... y la cago con todo el equipo. Viendo el parque que le dedicaron la jugada no le salio mal del todo.

Pasamos dos dias alli. El primero lo pasamos en un kayak, recorriendo la linea de la costa y las pequenhas islas que la rodean, parando en playas donde no habia un alma, sin duda el pequenho dolor de brazos valio la pena. Al final del dia nos zapateamos a descansar en un lugar llamado Anchorage donde nos dimos un fresquito banho para relajar los musculos. Algunos decian que el agua estaba fria, pero a nosotros nos parecio perfecta, cosas de ser del norte...



Alli mismo pasamos la noche, fondeados en un Aquapackers, nuevo concepto a medio camino entre barco y hostal de mochileros (el barco del fondo). Por suerte Juan y yo fuimos promocionados de dormitorio comun a habita doble con vistas. No era para echar cohetes (veis a Juan haciendo numeros para doblar una toalla), pero teniais que haber visto el dormitorio. Esa noche, con viajeros de todas partes, cenamos una barbacoa oyendo las olas romper en la playa, para quejarse vamos. En este barco conoceriamos a muchos de los viajeros que luego volveriamos a encontrar una y otra vez a lo largo de la isla, y es que al final, todo mundo visita los mismos lugares.



El segundo dia tocaba caminar, recorrimos una parte de la costa subiendo montes, atravesando puentes, y parando en playas donde como mucho veias un kayak de alguien que habia parado alli a descansar, im-pre-sio-nan-te. Los bosques que atravesabamos estaban repletos de una planta que ya habiamos encontrado antes por todo el pais...el helecho!! El caso es que aqui, como en la selva Peruana, los helechos miden varios metros de alto y son autenticas palmeras. El que mas vimos en Abel Tasman fue el helecho plateado, emblema de Nueva Zelanda. Por delante son verdes como todos, pero el reves es blanco brillante cuando le da la luz.



El regreso al punto de partida del parque lo hicimos en AquaTaxi, como su propio nombre indica son una serie de motoras fueraborda que recorren las playas recogiendo a gente. Lo mas curioso fue el desembarco, en el puerto de Motueka un remolque recogia a los barquitos y los llevaba por carretera hasta la oficina de los AquaTaxis. Los pasajeros iban dentro como quien va en autobus...



Continuamos luego hacia el sur por el oeste de la isla, por una carretera que recorre la costa y cruza el Parque de Paparoa. Si PaideLeo, estuvimos alli...en las antipodas de Porrinho. Es un pedazo de costa repleto de playas espectaculares y formaciones rocosas sorprendentes, entre ellas las Pancake Rocks, que parecen montoncitos de filloas (o creppes, o panqueques), no deja de ser curioso. (La foto no es muy representativa, sorry, tendreis que confiar en mi).



Un poquito mas al sur, y con ayuda de nuestro GPS, encontramos las antipodas exactas de Vigo cerca de un pueblo llamado Barrytown. Hay que decir que fue complicado, buscamos las antipodas del centro pero caian en el mar, que no es mal sitio, pero no apetecia banharse. Asi que buscamos las antipodas de Cabral (en concreto de la casa de mis padres) que si caen en tierra, y alli nos plantamos... estabamos al otro lado del mundo...boca abajo!!!



Seguimos hacia la zona de los glaciares, el Franz Joseph y el Fox, pasando asi en dos dias de banharnos en la playa a caminar sobre el hielo. Hay que decir que nada tienen que ver con los glaciares argentinos, aquellos caen directamente a un lago y, aunque arrastran un morrena de tierra y piedras, su frontal es blanco-azulado, muy limpio. Los glaciares de NZ, son mas como lenguas que caen sobre el lecho de un rio parcialmente seco, por lo que todo su frontal esta cubierto de polvo y tierra. No son grandes muros, y por tanto se pueden escalar directamente desde el frontal. Lo que veis detras de nosotros en las fotos son glaciares, aunque no lo parezcan, el Fox a la izquierda y el Franz Joseph a la derecha.



Esta vez si me anime a hacer el trekking sobre el hielo equipada con unos crampones, (os podeis creer que fuera mas barato que en El Calafate??), es toda una experiencia ver el hielo tan de cerca. Como nota negativa, hay que decir que los guias que te llevan (no puedes ir por tu cuenta) tienen toda una red de escaleras creada para las caminatas. A cada paso van recomponiendo los escalones con sus picos para facilitar el paso a los turistas. No es esto un poco agresivo para un glaciar? No es, a mi parecer, muy environmentally friendly, sobre todo para un pais tan preocupado por el medio ambiente como Nueva Zelanda.



Esta vez no puedo evitar hacer una golosa entrada culinaria. Dada la presencia britanica en Nueva Zelanda, todo lo que no es maori es bastante ingles (aunque tambien hay mucha inmigracion asiatica y mucho sushi, para alegria de Juan). Y si nos preguntamos: que saben cocinar bien los ingleses? la respuesta mas clara seria... los dulces. Como muestra observad estos tremendos muffins ingleses de triple!! chocolate. God Save the Queen ;)