martes, 25 de marzo de 2008

Aterrizando en el sudeste asiatico

Cuando uno llega a una ciudad, la primera impresion depende mucho del lugar del que se viene. Por eso, en contra de lo que algunos piensan, Bangkok nos parecio una ciudad limpia, ordenada, moderna... hasta tranquila. Pero viniendo de Bombay es posible que sea una impresion apresurada.

Tampoco nos quedamos a comprobarlo, nuestro objetivo estaba claro y no tenia nada que ver con una gran ciudad. Nos dirigimos directamente al sudeste de Tailandia, a un pequenho pueblo llamado Trat, donde llevamos a cabo nuestra inmersion cultural.

Los tailandeses nos han parecido una gente amable y sonriente, pero un poco histrionicos cuando hablan. Y es que su idioma incluye una variable hasta ahora desconocida, la entonacion: segun el tono (ascendente, descendente, plano...) una palabra significa cosas diferentes. Como las conversaciones son un sinfin de altos y bajos, podria parecer que estan discutiendo todo el dia, sino fuera porque generalmente sonrien.

Les encanta comer, y lo hacen a todas horas en cientos de puestos que inundan las calles, o en mercadillos especiales al aire libre donde hay gente a cualquier hora. Nos fuimos a cenar a uno de ellos, y despues de dar dos vueltas viendo carteles en tai, sin saber ni que pedir ni como hacerlo, acabamos utilizando la vieja tecnica de apuntar con el dedo a unos trozos de pollo que colgaban en un puesto y recibimos a cambio un rico bowl de sopa de noodles con tropezones, un exito.

Seguimos hacia el sur, porque nosotros en realidad nos habiamos propuesto llegar a la playa, y para eso nos fuimos a la isla de Koh Chang, cerca de la frontera con Camboya. Como casi todas las islas tailandesas, esta lejos de ser un paraiso perdido, ya que a casi todas partes ha llegado el desarrollo. Pero afortunadamente aun hay sitio para todos, para los que les gustan los lujosos resorts con todo tipo de comodidades, y los que prefieren lugares mas naturales aunque un poco mas incomodos.



En uno de los ultimos acabamos nosotros, no solo porque tenia bastante encanto dormir en un bungalow al lado del mar, hecho con cuatro ramas de palmera, sin mas que una bombilla y una mosquitera, sino tambien porque era terriblemente barato. Aqui veis parte de las instalaciones: el banho ducha era muy currinho (la ducha es a base de cubos con el agua congelada de ese pilon). La terraza del hostal era lo mejor, de estilo chill-out sobre las rocas, era una gozada cenar mirando al mar y pasar a la sombra las horas de mas calor del dia.





Aqui coincidimos con una amiga de Dani de sus tiempos de Bath, Eva, a la que yo habia conocido en Praga (esta chica se mueve mucho). Ahora vive en Goa, pero por desgracia no pudimos encontrarnos alli. Con ella pasamos estupendas sobremesas charlando sobre lo divino y lo humano, compartiendo nuestras opiniones y sus conocimientos sobre la India y Tailandia.

A estas conversaciones se unieron en ocasiones otros recien conocidos como podeis ver en la foto. Con ellos nos pasamos por una Full Moon Party, aunque la original es en Koh Pha Ngan (un fiestorro en la playa que empezo como una fiesta de cumpleanhos que se les fue de las manos a unos cuantos hippies en el 89), ahora hay una en cada playa de Tailandia y es una excusa para desfasar en la playa a ritmo electronico iluminados por el fuego de los expertos malabaristas tailandeses. A mi esto de las rave parties nunca me hizo mucha ilusion, pero supongo que tiene su punto.



La playa donde vegetamos se llamaba "Lonely Beach", no era lonely del todo pero estaba muy bien. Alli nos pasamos unos cuantos dias sin mas preocupacion que decidir de que fruta queriamos el batido o a que isla queriamos ir a hacer snorkelling.



Koh Chang se encuentra en un parque natural marino, y no me extranha, porque me atreveria a decir que hemos visto aqui una variedad de corales equiparable a la de la Gran Barrera de Arrecife en Australia. Es todo un placer "pasearse" por esos campos de coral de colores sorprendentes y formas extravagantes. La vida animal, sin ser tan variada como la de Australia, no estuvo nada mal y nos encanto sobre todo nadar entre enormes bancos de peces trompeta con sus cuerpos alargados, casi transparentes. Aqui veis a Juan en plena accion, ese dia nos cayo de repente y durante 5 minutos, el diluvio universal, al principio solo Juan se tiro al agua, mientras los tais, que en general no son muy buenos nadadores y les gusta hacer snorkelling con chaleco salvavidas, le miraban con cara de susto.



Ademas de las playas de la costa, el segundo atractivo de la isla es su interior montanhoso cubierto de selva humeda. Para conocerlo nos dimos un paseo a lomos de un elefante, hay un monton en Koh Chang, de hecho, la palabra Chang quiere decir elefante (Koh es isla). En el Elephant Camp participamos de una sesion de banho bastante especial, la piel del elefante es lo mas aspero que he visto en mi vida y sus pelos increiblemente duros, pero me encanto cepillarle la cabeza y ducharme con sus trompazos.



Tampoco estuvo mal darle unas bananas que desaparecian rapidamente en su boca. El paseo sin embargo, ya no nos emociono tanto, se suponia que este era un sitio bastante didactico y donde se preocupaban mucho de los animales. Pero nos parecio un mero negocio, en cuanto nos bajamos de "Cindy", se subieron otros para el siguiente paseo y el trato dado a los animales no parecia el mejor. Los elefantes no estaban nada contentos porque no les dejaban pararse a comer. Solo podian, de vez en cuando, detenerse para rascarse contra un arbol, el cual parecia que se fuera a romper con las embestidas del animal. Me temo que esto solo se lo dejaban hacer porque piensan que es gracioso para los turistas. De todas formas, el paisaje por el que paseamos fue esplendido, y poder ver a los elefantes de cerca nos encanto.



Como no todo podia ser descansar, dejamos la playa para volver a Bangkok, lo que hicimos por cierto en un bus decorado como si fuera la casa de una princesa de Disney, inexplicable. Esta vez pudimos comprobar que, en efecto, no es el lugar mas tranquilo del mundo. Sobre todo cuando fuimos al gigantesco mercado de fin de semana de Chatuchak, donde nos pasamos horas deambulando con un calor de muerte entre puestos que vendian de todo. Otro ejemplo es la calle turistica por excelencia, Khao San Road, donde empieza la novela de La Playa, que Dicaprio interpreto en el cine. Este si es un lugar un poco frenetico lleno de actividad comercial, hostales, bares de estilo europeo y en fin, mucho mucho extranjero. Aqui los unicos tais son los vendedores. Un sitio poco recomendable.



La mejor forma de desplazarse por Bangkok es en barco por el rio. No tienen los mismos problemas que los taxis multicolores que recorren la ciudad (la mayoria de ellos, siguiendo con el estilo Disney, son fucsias). En barco nos desplazamos hasta el Grand Palace que se encuentra en medio de un inmenso recinto repleto de templos con la decoracion mas brillante y colorida que he visto nunca. Todos los edificios eran o bien dorados con espejos multicolores, o bien de porcelana, hechos (dicen) con trozos de tazas de antigua porcelana china.





Un lugar espectacular es el templo del Buda Esmeralda, que recuerda un poco al Manneken Pis belga, y no solo porque su tamanho es totalmente decepcionante, sino porque le ponen trajecitos segun la estacion, solo que estos son de oro nada menos (en la foto lo veis con su traje de verano). El templo es precioso, sin un centimetro cuadrado sin decorar por dentro y por fuera.



Tras este atracon decorativo, nos fuimos a Wat Pho, otro recinto de templos donde tienen la mayor cantidad de budas de Tailandia, sentados, de pie, asi como el Buda tumbado mas grande que existe. Este es el que mas impresiona, aunque no es el mas bonito, ya que es tan grande que ocupa todo el edificio y apenas se puede ver en toda su magnitud. Como veis casi no nos cabia en la foto.



En el aspecto gastronomico, que ya era hora, tenemos que destacar toda esa variedad de puestos callejeros que venden fruta deliciosa (alguna todavia no nos hemos atrevido a probarla), pinchitos morunos de todo tipo, pescado y noodles, muchos noodles. El Pad Thai es uno de los platos mas comunes, noodles salteados con verduras y carne o marisco, en cualquier puesto te venden uno por 25 Bahts (medio euro aprox), bueno y barato. Tambien hay mucho pescado y marisco seco (secado al sol generalmente), de aspecto y olor espeluznante (ya sabeis que odio estas cosas) pero es que nada puede ser perfecto.





Como curiosidad, confirmamos que la Cocacola sabe igual a pesar del envase, y que igual que en la India aqui hay Mirinda, pero aunque nos haga mucha ilusion beberla, la recordabamos mas rica.



Nuestra pequenha visita por Tailandia termina por ahora, pero volveremos para conocer algo mas del norte. De momento haremos un pequenho parentesis para conocer Vietnam y Camboya, pero esa es otra historia.

jueves, 13 de marzo de 2008

Ultimos coletazos

Tras nuestro emocionante paso por la fundacion, seguimos camino por el sur de la India. Visitamos Hampi, un pueblo con una fascinante y antiquisima historia. Desde el siglo X hasta el siglo XVI fue la cuna de un gran imperio, que una vez derrotado cayo en el abandono. Hoy en dia es un pequenho pueblo, ideal para el paseo y el relax y repleto de monumentos de su pasado glorioso.

Nos hospedamos cerca del pueblo, atravesando un pequenho riachuelo en una chalupa que se esta haciendo de oro. Sinceramente creo que parte de sus copiosas ganancias las reinvierte en dinamita para boicotear el avance de la reconstruccion del puente que actualmente esta en ruinas. Aqui vemos la barquita a tope de carga con moto incluida desafiando las leyes de la fisica y el sentido comun.

En el hostal habia un magnifico restaurante chill-out donde vagueamos la mayor parte del tiempo, conocimos a dos hermanos malaguenhos ex-azafatos y a una pamplonica, y lo pasamos muy bien juntos charlando y viendo pasar las horas. Zapateados alli, vimos a una mantis palo tan bien mimetizada que resultaba dificil de creer que fuese un ser vivo. Estuvimos media hora embobados viendo como se movia hasta que nos dio pena y la dejamos tranquila.



De los monumentos que visitamos me quedo con dos cosas. La elefanta guardiana del templo de Virupaksha, que aceptaba donativos depositados en los orificios de su trompa, se los pasaba a su cuidador y acto seguido te bendecia con un suave trompazo sobre la cabeza.



Y segundo, dentro del complejo del templo de Vittala, el precioso carro de piedra que preside el patio, y las columnas musicales del templo. Cada una tiene su sonido al ser golpeada levemente, no recomiendan comprobarlo por la erosion causada, pero el propio personal de seguridad lo hace y luego te pide un "regalo"...incredible India.



La aventura para conseguir llegar al tren que nos llevaria a Goa no tiene desperdicio. El tren salia a las 6 y media de la manhana desde Hospet un pueblo que esta a unos 25 km. de Hampi y por carretera india...la cosa prometia. Como a las 5 no habia servicio regular de barca, apalabramos con el barquero un servicio especial con un precio "especial" por supuesto.

Despues de perdernos con los malaguenhos y la pamplonica, conseguimos reagruparnos a las 5 y media y cruzar el rio cual balseros cubanos en una especie de sarten flotante impulsada por el remo del barquero (no usan motor para no hacer ruido...vaya, cual delincuentes).

Una vez pasada la odisea fluvial, comenzo la terrestre..."Kingcobra" asi se llamaba el conductor de autorickshaw con el que habiamos quedado, o bien no espero hasta tan tarde o bien encontro a otro turista que le pago mas y se piro, el caso es que estabamos tirados y nos quedaba poco mas de media hora para el tren (por mi cabeza rondaban los horarios que habia leido en la guia: martes, jueves y sabados a las 06:30...era sabado asi que faltaban tres dias para el proximo tren...si es que habia plazas...ufff)

Empezamos a negociar con los pocos conductores despiertos a esas horas, y como esta gente es mercader desde que nace, sabian que nos tenian pillados por las pelotillas...pagamos un 50% mas de lo hablado con "Kingcobra", llenamos hasta las orejas dos rickshaws (5 personas con mochilas) y a toda leche hacia la estacion.

Nosotros llegamos a la estacion 10 minutos antes del tren, pero el otro rickshaw no aparecia, de hecho llegaron a la estacion casi a la vez, pero ellos a la de autobuses...pillaron otro tuktuk y aparecieron en la estacion 2 minutos antes de la salida. Nos tiramos en los asientos del tren y a dormir el estres camino de Goa, el ultimo reducto portugues de la India en la costa del mar Arabigo.

De las playas de Goa, la Lonely Planet no habla muy bien, de hecho en general hablan mal de casi todas las playas hasta ahora...todas son muy turisticas y desarrolladas, el que escribe debe ser descendiente directo de Robinson Crusoe...conclusion, que a veces se pasan con el "off-track". En ocasiones un poco de desarrollo hace la vida mas facil, siempre que no moleste demasiado.

Influenciados por la guia buscamos algun lugar no muy conocido y por ende mas vacio, fuimos a Betalbatim. Una playa dominada por dos resorts que le quitaban bastante el encanto, mucha corriente para banharse y una media de edad bastante alta...eso si, vimos una bufala banhandose en la playa, sorprendente. Pasamos una noche y seguimos buscando.



Llegamos a Agonda, un pueblo pesquero con una playa enorme y pocos turistas. Parecia perfecto...lo malo es que en la India los locales van a la playa muy tapaditos e incluso ellas se banhan vestidas, asi que resulta un poco incomodo sentirse observado en bikini (eso dice Marta, no penseis mal). De hecho parece evidente que muchos hombres solo van a mirar a las turistas y lo hacen con todo el descaro del mundo. Pero al fin y al cabo estas en su pais y algo parecido paso no hace tanto en Espanha con las suecas en la costa de Levante...no?.



El ultimo dia decidimos irnos de excursion a Palolem, esperandonos una marabunta de turistas. Para nuestra sorpresa la playa presentaba media entrada y era sin duda la mas bonita de las tres que vimos con diferencia. Ademas con el tema bikini, no esta mal sentirse un poco arropado por otros turistas...si alguien se viene a Goa en marzo le recomendaria Palolem.



Desde Goa nos fuimos a Bombay, una ciudad cargada de contrasentidos. Aqui es donde vive la creme de la creme de la sociedad india, desde altos ejecutivos hasta las rutilantes estrellas de Bollywood, esto la convierte en una ciudad cara para el turismo. Nos ensenharon autenticos agujeros por el presupuesto de siempre y terminanos pasando la noche mas cara de toda la India en un hostel propiedad de la Armada de Salvacion...que nombre tan apropiado dada la situacion!

Por otro lado, Bombay tambien cuenta con el mayor poblado de chabolas de toda Asia, donde viven hacinados mas de 5 millones de personas. Aqui fue donde comenzo su lucha Vicente Ferrer recien llegado a la India, de estos momentos en su biografia recuerdo una frase que me impacto: "En la mas absoluta miseria es donde te encuentras la igualdad y la solidaridad, alimentan a los mas ancianos, todos celebran la boda de todos y todos se apenan y lloran con los muertos". Es increible que esta gente a pesar de todo, nos de lecciones de humanidad.

Fuimos a visitar la cercana Isla Elefanta donde se escenifica de maravilla el dicho: "Si Mahoma no va a la montanha, la montanha va a Mahoma". Y es que aqui como en otros puntos de la India, en vez de llevarse las piedras para construir templos, construyeron los templos haciendo cuevas en la propia roca y lo hicieron con un grado de detalle asombroso.





Como nota culinaria de esta zona tenemos que hablar del pescado. Ya con ganas de un pescadito fresco nos dirigimos a los chiringos de playa en Goa y pedimos un "Pomfret", gracias a que la camarera nos mostro todos los peces en una bandejita para escoger a ojo. Estaba muy rico y como podeis observar tenia toque indio (especias a saco)...para los mas eruditos en comida india ya habreis adivinado que era estilo Tandoori por lo rojo que esta el pobre.

Esta ha sido nuestra ultima parada en la India, y para seros sinceros, estabamos deseando ya cambiar de aires. La India es un pais duro e intenso, y tras los 7 meses de viaje acumulados, estos 40 dias aqui nos han resultado agotadores. Namaste!!

Ahora partimos hacia Tailandia donde pensamos disfrutar durante 15 dias del "dolce fare niente" en una de sus hermosas playas del sur.

Esto es todo desde el frente, "tango-charlie-bravo, el ave ha abandonado el nido". Besos a todos.

Marta y Juan.