martes, 25 de diciembre de 2007

Merry Christmas

FEEEEEELIIIIIIIZZ NAVIIIIDAAAAAAD!!!

Aqui estamos, en Byron Bay, en el punto mas al este de Australia pasando unas extranhas navidades rodeados de otros viajeros que andan tan perdidos como nosotros y sobretodo echandoos a todos de menos mas de lo habitual...estoy un poco sentimentaloide, la verdad. Nos hemos acordado mucho de vosotros y os mandamos un beso enorme para todos desde el calorcito de las antipodas.

Desde Rainbow beach nos fuimos a Brisbane (llamado por los australianos "BrizVegas"), solamente pasabamos una noche y como teniamos que salir temprano, el plan era cenar y a la cama. Resulta que el hostel tenia un bar muy marchoso con una fiesta de togas (nooo, no nos disfrazamos), conocimos a un aleman, un par de americanos y a un par de irlandeses....y paso lo que paso claro. Pateando la ciudad de madrugada buscando un sitio donde nos dejasen entrar con chanclas playeras y pantalones cortos...nos lo pasamos teta, charlando y bailando...vamos el alma de la fiesta, aunque sin toga.

Con un poco de resaca y unas cuantas horas de bus por delante nos levantamos y pusimos rumbo a Byron Bay donde vamos a pasar estas navidades. Byron Bay es una pequenha ciudad con un deje hippie pero que al ser uno de los lugares favoritos de escapadas desde Sydney tiene muchas tiendas y todo lo necesario para el turismo que recibe (a mi me recuerda a Bayona, salvando las distancias).

Como no podia ser de otra forma, hemos pasado el dia de nochebuena en la playuni, dandonos un banhito con nuestro gorro de santa en la cabeza todo el dia (mirad sino la felicidad que irradia Martinha con su gorro). En la playa hemos visto lo tipico: Surferos vestidos de papa noel y hasta a unos cuantos jugando un partido de cricket en la playa...en vez de una pachanga aqui se echan unos cuantos "innings"...de lo mas english oye!!



Cenamos en un restaurante indio con Julia y Isabelle, unas amigas alemanas que habiamos conocido en Great Keppel. Todo estaba muy rico, pero desde luego no como las comilonas familiares respectivas a base de marisco...me esta entrando un hambre pensando en esos langostinitos, esas perdices, esas centollas....vamos que en lo culinario la envidia es nuestra.



Despues de la cena (que empezo a las 7 de la tarde, hay que adaptarse!!) nos fuimos a un pequenho conciertillo de un grupo super-rockero pero del rock clasico. Vamos, que la media de edad de la banda eran los 49 o asi. Estuvo genial, se unio Andreas, el chico aleman que conocimos en BrisVegas, y estuvimos escuchando muy buena musica y la gente estaba muy animada...eso si a las 24h todos para casa, si es queeee no cambian ni en Navidad. Era noche de luna llena y aunque habia bastantes nubes le intentamos hacer un par de fotos antes de volver a casa.



Para la comida de Navidad nos apuntamos a una mega-barbacoa en el hostel para hacer un poco de pinha y montar un poco de jaleo. Los chicos que trabajan en el hostel se curraron la carne y las ensaladas, ademas de algo a lo que ellos llamaron sangria... en fin, era de color marron y estaba rico, pero de sangria na de na. Aqui veis a los cocineros muy navidenhos y a la gente haciendo cola con sus platos frente a la barbacoa.



Como veis, nuestra comida navidenha se parecio solo a las vuestras por los gorros de papa noel, sobre todo despues de ver la foto de la familia de Marta con esos langostinitos, y a nosotros con esa peazo caja de vino-carton que sale en la foto. Tres litros de Cabernet Sauvignon nada menos... mas rico de lo esperado.



La tarde de Navidad transcurrio, a pesar de la piscina donde nos zapateamos un rato, como transcurre siempre. Nos encontramos a unos espanholes e italianos (cosa poco habitual) con los que nos embarcamos en una enterna sobremesa con partida de cartas incluida. Como en casa vamos.

Por la noche nos hicimos una riquisima pasta con verduras (estos italianos lo llevan en la sangre) para compensar la barbacoa, compartiendo con gente de otros lugares las tradiciones de cada uno. Ahora ya sabemos que en Catalunha los ninhos la emprenden a palos con un tronco para que cague regalos (es literal) y que a los italianos, una bruja en su escoba, les trae regalos o carbon el dia 6 de enero.

Y de esta forma termino un extranho dia de Navidad con pantalon corto y chanclas, y acordandonos mucho de todos vosotros. FELIZ NAVIDAD.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Buscando un paraiso

Con el banhador en la mochila y la crema solar factor 30 (una de fabricacion australiana, tan pastosa que tardas horas en extenderla, pero es que aqui el sol abrasa) nos montamos en un bus rumbo al sur para recorrer la costa de vuelta a Sydney. Ibamos en busca de esos paraisos playeros de los que habiamos oido hablar.

La primera parada fue un lugar llamado Magnetic Island (al capitan Cook se le volvio la brujula loca navegando por aqui y le puso el nombre... se ha comprobado que la brujula debia estar rota). Todavia nos encontrabamos bastante al norte asi que el clima era tropical: calor de muerte, humedad 100%. Eso si, el lugar es de postal y nuestro hostel estaba en plena playa, por lo que podias cenar en una mesa oyendo el mar bajo unas palmeritas...



Pero no todo es perfecto, las aguas tropicales de Australia estan plagadas, entre noviembre y mayo, de medusas. Esto podia ser no mas que una incomodidad sino fuera que dos de las especies que te puedes encontrar son potencialmente mortales para el ser humano, ha habido casos de personas fulminadas en minutos tras una picadura. El resultado es que estas preciosas playas estan desiertas, solo se puede uno banhar enfundado de pies a cabeza en un traje de lycra de superheroe como los que usamos para bucear, o en unos cercados especiales con redes que aun encima no son infalibles por lo que aun asi algunos se banhan con traje... Esto unido a la temperatura del agua (caldito) hacia perder puntos al paraiso. Lo del vinagre en la playa es curioso, pero es lo primero que se debe usar en caso de picadura de medusa.





Nos dedicamos a caminar y observar la fauna, que no deja de sorprendernos alla donde vayamos en este pais. Unos pajaros parecidos a enormes loros negros que ocultaban vivos colores bajo su plumaje, montaron un jaleo espectacular en una de las playas.



Pero sin duda la estrella era la posibilidad de ver algun koala ya que aqui se encuentra una de las principales colonias de estos animales. Hicimos un trekking bastante interesante que te lleva a unas construcciones fortificadas usadas en la segunda guerra mundial, apenas quedan restos desperdigados y medio ocultos por maleza y piedras, pero impresiona un poco el contraste de un lugar asi con polvorines, centros de mando y plataformas de disparo. Mantuvimos los ojos bien abiertos... y lo encontramos! Un koala pegandose la gran siesta, le dimos mil vueltas al arbol y no habia manera de pillarlo en una pose mejor, como no quisimos despertarlo esto es lo que pudimos conseguir. Sabeis que estos animales duermen unas 16 horas al dia?? Conozco a alguno que se cambiaria ya mismo por uno de ellos...



Aqui teneis, tambien, el puesto de mando de la isla y las vistas desde el mismo para controlar la entrada de cualquier barco en la bahia.



Tras Magnetic dimos un salto bien grande, directos al paralelo 23 y pico, es decir, al Tropico de Capricornio. Esto implicaba aguas mas fresquitas y menos riesgo de medusas. Llegamos, aunque deberia decir encayamos viendo la manera en que los ferries atracaban en la isla, a Great Keppel Island. Esto se acercaba mas al paraiso, aguas fresquitas, transparentes y tranquilas, y kilometros de playas para perderse.



Aqui nos dieron la posibilidad de dormir en una tienda, eso si, una tienda de las pros (que ni la circo-tienda de Juan Gonzalez). Aqui veis a Juan intentando dormir una siesta que le arruinaron unos cuervos bastante ruidosos, es lo que tienen las tiendas, que te duermes oyendo los chasquidos de las lagartijas... pero es parte de la gracia no?



Great Keppel te ofrece la posibilidad de hacer snorkelling, pues a pocos metros de la costa se pueden encontrar corales con la consiguiente vida marina. Habia peces enormes y de todos los colores, a cada pedalada te parabas a observar una enorme raya enterrada en la arena o un pez de los que solo habias visto en los libros. Lo mejor sin duda fue una enorme tortuga, la mas grande que hemos visto hasta ahora. Debia ser viejisima porque tenia conchas de lapas pegadas en el caparazon y en la cabeza, era como un enorme dinosaurio. Verla nadar ha sido una de las experiencias mas emocionantes hasta ahora. Como no llevamos camara submarina tendreis que quedaros con esta descripcion... no se puede tener todo.

Si que os puedo ensenhar alguna foto de otros animales no acuaticos de la isla, que tampoco estan nada mal. Este pedazo lagarto llamado goanna se paseo una tarde por los alrededores de nuestra tienda buscando algo que llevarse a la boca, y esos preciosos loritos que llaman arcoiris por razones obvias estaban por todas partes intentando pillar el bocata de algun ninho.



Como hace mucho que no va una foto conjunta (desde que Javier nos dejo esto no es lo mismo) aqui va una de los dos en la playa viendo la puesta de sol, os pongo la puesta de sol al lado porque era imposible que las dos cosas, nosotros y el sol, saliesen en la misma foto.


Siguiendo en la linea beach boys, y esperando no aburriros ni enfadaros con tanta playa a estas alturas del anho, nuestro siguiente destino fue Rainbow Beach, un poco mas al sur. Este lugar, ubicado en un parque nacional que es todo dunas cubiertas de vegetacion, se llama asi por el colorido de la arena. Estos colores son provocados por diferentes minerales que crean una paleta de pintor sorprendente. Lo que tengo delante en la foto no es roca, sino una duna compacta y coloreada. La explicacion que nos hizo un chico del hostal con los diferentes tipos de arena que teniamos alrededor no podia ser mas grafica.



Por esta gigantesca playa vigilada por dunas de colores, nos dimos un paseo en marea baja, si sube la marea no hay salida, y la playa, creedme, es inmensa. Nos recordo a Pipa pero sin golfinhos, y todavia con menos gente, una gozada. Aqui nos teneis a los dos recordando los momentos de Juan con brazo en alto y los dos pegaditos para salir en la foto y a mi vagando en la distancia.



Desde Rainbow hicimos una excursion a Fraser Island, la que se supone que es la isla de arena mas grande del mundo, dicen que hay mas arena aqui que en el desierto del Sahara, en fin, sea como fuere es un lugar expectacular. En una isla asi, la principal via de comunicacion es una inmensa playa de 75 millas (haced las cuentas) que parece, por el trafico, una autentica autopista. Esto no es peligroso para los banhistas, sencillamente porque no hay... lo que hay son tiburones, de los que se comen a la gente. Nosotros recorrimos la playa a bordo del autobus 4x4 de la foto, y vimos el casco oxidado del buque Maheno, que encallo aqui por un ciclon en 1935... y se quedo.





Para compensar el inconveniente de los tiburones, la isla esta llena de lagos de agua dulce, agua de lluvia acumulada y recogida por una capa impermeable de vegetacion que hace de base. Este que veis en la foto es el lago MacKenzie, no se si es mas espectacular el azul del agua o la arena blanca como la nieve, es simplemente impresionante. El agua, cristalina, estaba tan limpia que podias hasta beberla, como una piscina sin cloro vamos. Este lugar se parece tanto a un paraiso que el nombre de la isla en la lengua aborigen de la zona (K'Gari), significa eso, paraiso.



La vida animal en la isla tambien tiene lo suyo con varias especies de serpientes y aranhas de picadura mortal. De esas, afortunadamente, no vimos ninguna, pero vimos esta aranha que ya impresiona bastante. Tambien tuvimos la suerte de ver (desde el bus) a unos cachorros de dingo. Los dingoes son perros salvajes australianos, aunque parecen inofensivos tienen bastante mala fama. El problema es que la gente los ve como perros domesticos, pero no lo son. Alimentarlos lleva una enorme multa asociada porque esto los ha vuelto mas agresivos hacia el ser humano y no solo pueden atacar, sino que han llegado a matar a ninhos pequenhos. Con la cara de bueno que tiene el angelito.



De Rainbow Beach, donde nos encontramos, salimos manhana hacia Brisbane para una parada tecnica antes de llegar a Byron Bay. Alli pasaremos la Noche Buena mas extranha de nuestras vidas, pero eso, es otra historia.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Bienvenidos a Australia

Despues de pasar un magnifico mes por tierras kiwis, llegamos a Australia y mas concretamente a Sydney. De esta ciudad todo el mundo nos ha hablado maravillas, no tanto por la cantidad de cosas a visitar sino por la "onda" que se respira...muy cosmopolita y muy relajada. En esta visita tecnica de un solo dia no hemos podido disfrutarla mucho pero como volveremos alli en fin de anho tendremos tiempo para paladearla con tranquilidad.

Por ahora la cosa que mas nos llamo fuertemente la atencion en la ciudad es la cantidad de murcielagos que merodean por sus parques...no son de los pequenhitos nooooo...son unos peazo de bichos tamanho Batman....vamos que revolotenado alrededor de la catedral daban un aspecto tetrico a la ciudad que ni Gotham City.



Tras ese pequenho inpass volamos hacia el centro de Australia...a Uluru, para ver uno de los simbolos de este pais. Un tremendo pedrolo en medio de la mas infinita llanura...al sobrevolarlo, antes de aterrizar, nos quedamos atonitos ante esa especie de bulto que le salio a la tierra...lo que mas impresionaba desde el cielo era el color rojo oscuro de la arena. En cambio, ya en tierra, lo mas impresionante era el calor achicharrante, una bofetada al salir del avion estilo las de junio en Madrid pero en medio del desierto.



Madrugamos un monton para poder ver el amanecer sobre Uluru pero finalmente tuvimos un poco de mala suerte y el dia estuvo nublado con lo que no vimos los cambios de colores prometidos...oooohhh. Aprovechamos el madrugon para dar un paseo rodeando toda la roca...unas tres horas de caminata en la que agradecimos que no brillase el sol, con mas calor seria inaguantable. Aparte de eso tuvimos que lidiar con unas moscas super-pesadas, las podeis ver en mi entrecejo y reposando en la mochi de Marta.



Los siguientes dias seguimos intentando por activa y por pasiva ver los cambios de colores sobre Uluru pero con la misma suerte, tuvimos por el contrario otro premio quiza igual o mas espectacular...nos cayo el diluvio universal encima, y el agua sobre estas rocas rojizas forma unos regatillos que parecen leche....vamos que precioso. Nos pillo cenando la misma tormenta en nuestro hotel...como no estaba disenhado para eso (las partes comunes estaban al aire libre), la gente casi sale nadando.



Uluru en si tiene un caracter sagrado para los aborigenes de la zona y por eso te piden que no subas a la cima de la roca. Aunque parezca increible, nos comentaron que no prohibian la subida ya que el 70% de la penha que visita el parque nacional lo hace para hacer dicha ascension. Por eso, a pesar de que para ellos sea sagrado, la inyeccion de dinero que suponen las visitas al parque es tan importante, que prefieren tragarse sapos y culebras y solamente piden por favor, en varios idiomas, que la gente no suba a Uluru. En la foto podeis ver que no se podia subir pero por razones climatologicas.

No lejos de alli se encuentran unas formaciones rocosas rojizas que tienen forma de cabezas llamadas Kata Tjuta. Son rocas mas grandes que Uluru y con unas formas mas caprichosas, a nosotros nos gustaron mas. Nos pegamos otro toque de corneta a las 04:00 para ver salir el sol, y esta vez si que vimos un amanecer de los que salen en los videos de Planeta Solitario....sin palabras.



Despues nos dimos un paseo por entre las rocas que, la verdad, se hizo mas llevadero que el de Uluru, al ser mas variado, con menos gente, subidas y bajadas...y menos moscas. A partir de las 10:00 de la manhana a veces cortan el camino porque se pueden alcanzar temperaturas de 50 grados. Aparte tuvimos la suerte de ver a un par de canguros pequenhitos (los llaman Wallabies) comiendo entre la maleza y mirandonos igual de curiosos que nosotros a ellos, hasta que nos acercamos demasiado y se fueron chimpando por patas.



Desde Uluru volamos hacia Cairns en el norte de la costa este australiana. Es una ciudad con muchas actividades turisticas para ofrecer y con fama de muy canhera en cuanto a marcha nocturna. Nosotros estabamos en un hostel mas tranquilito pero habia uno super-conocido que montaba unas fiestorras desfasadas: fiestas de camisetas mojadas, sesiones de djs en plan Ibiza, partidas de poker...vamos que estaba hasta las trancas de estudiantes con ganas de juerga...alli estaba Javier con el que nos volvimos a encontrar, ya sabeis que es un fiestero!!

Como nos habiamos quedado con ganas de explorar un poco el mundo aborigen en Uluru, decidimos no postergarlo mas y nos fuimos a Tjapukai. Es un centro cultural donde proyectan videos explicativos super-currados sobre las creencias y mitos de los aborigenes de la region (las diferencias entre los aborigenes de diferentes zonas de Australia son enormes y comparten muy pocos rasgos comunes).

Tambien te explican su dieta alimenticia, hacen fuego de forma tradicional y realizan danzas y tocan instrumentos tipicos como el Didgeridoo que podeis ver en la foto de los tres...la unica que lo consiguio mas o menos...Martinha!!. Finalmente te dejan hacer un poco el ridiculo lanzando el boomerang (foto de Marta) y una especie de lanzas con las que cazan a los canguros...yo me quede superorgulloso porque casi le doy a uno (mirad la lanza a la derecha del canguro...uuuuyyyyyy).





Nuestro principal motivo para ir a Cairns era bucear, ya que a apenas dos horas de distancia esta la "Gran barrera de arrecife de coral". Marta hizo otros dos bautismos (si es queee me salio mu creyente), yo hice tres inmersiones junto a Judith una chica catalana que conocimos a bordo. Resultaba chocante ver que a tantos kilometros de la costa el mar tuviese un par de metros escasos de profundidad.

Los corales son preciosos y muy grandes, estan llenos de vida marina que disfrutamos muchisimo. Vimos dos tiburones pequenhitos y unas ostras gigantes que se movian cuando sentian algo cerca...increiiiible. A Marta le encanto el buceo y ahora tiene ganas de sacarse el curso para poder ir un poco mas a su bola. Ella vio a Nemo...el pez payaso de la peli...super-currinho. La senhal del guia para senhalarlo era ponerse el pulgar en la nariz y hacer la tipica trompetilla de burla...unas risas.

Estamos a la espera de recibir algunas fotos sub-acuaticas de nuestras respectivas inmersiones pero seguramente no esperemos para publicar. Tendreis que imaginaroslo...magnifico!! Mientras tanto, para hacer boca, aqui nos teneis a los dos enfundados en los trajes de superheroes que te daban para bucear...nada mas favorecedor que unas licras ajustadas...o no?. Como el agua estaba a unos 28 grados no se necesitaba ningun neopreno...un poco caldo, pero al bucear y alejarte de la superficie se estaba estupendamente.

Ahora empezaremos a bajar hacia el sur, recorriendo playas y tomando cervezotas...la primera impresion es que esto es parecido a Brasil pero petado de estudiantes locos por una buena juerga...habra que seguirles el rollo, si podemos... :)

Besos a todos.

Juan y Marta