miércoles, 20 de febrero de 2008

Buscando a Shere Khan

Seguimos nuestro periplo por Rajasthan visitando Jaipur. Se dice que es la ciudad Rosa ya que con motivo de la visita del principe de Gales en 1876, el Maharaja ordeno pintar toda la ciudad de ese color ya que denota hospitalidad...toma moreno, con el Maharaja! seguro que el no pinto ninguna. Dentro de la zona antigua, infinitos bazares ponen la paciencia de uno a prueba, eso si hay penha que se lo curra mas y en vez de plantarte una pashmina delante de los ojos y medio empujarte hacia su tienda, tiran de repertorio y te arrancan una sonrisa sincera con frases del estilo: "Por fin, llevo todo el dia esperandote!".



Desde Jaipur visitamos el cercano fuerte de Amber, aqui vivieron los maharajas durante varios siglos y el fuerte sigue resultando imponente. Lo mas curioso es la caravana de elefantes cargados de turistas que suben por las empinadas cuestas que dan acceso al recinto. Nosotros pasamos, en parte porque parece que a los animales no se les trata muy bien y en parte por el respeto (lease cague) que nos producen estos dinosaurios vivientes.



No podiamos dejar Jaipur sin hablaros de Bollywood. Es increible la produccion y el universo que mueve a su alrededor la industria cinematografica india...creo que las peliculas americanas no facturan ni un euro en este pais. Bueno, la cosa es que nos Metimos en el "Raj Mandir" el cine mas popular y hortera de Jaipur para ver "Sunday". La peli en cuestion era como una mezcla de Esteso y Ozores, con una pizca de cantinflas y unos efectos especiales al estilo batman de los dibujos animados todo ello con un argumento dramatico con asesinatos y todo. Eso si, toda peli de Bollywood tiene sus momentos musicales con baile incluido y para mi son de quitarse el sombrero...es la mejor adaptacion del baile tradicional al baile moderno que he visto nunca. A la penha le encanta bailar y lo hacen con una naturalidad de la que los hombres-barra ibericos deberiamos aprender.

Dejamos la urbe para dirigirnos al parque nacional de Ranthambhore uno de los tristemente escasos santuarios donde aun se pueden ver tigres en libertad…los numeros no eran muy favorables (decian que habia entre 12-25 tigres en todo el parque), pero aun asi era una oportunidad de oro para ver al, bajo mi punto de vista, animal mas bonito que existe…el Tigre...a que acojona!!

Nos la jugamos a una carta, iriamos en el safari de la manhana…ibamos en una especie de bus 4x4 descubierto, a la entrada se nos asigno la ruta 5 (a cada bus que llega le van dando rutas diferentes para no masificar una zona). El guia nos dice que los tigres suelen irse a la piltra a las 08:00, en ese momento eran las 07:15 asi que teniamos poco tiempo. Dieron las ocho y yo empece a sospechar que mi flor no habia funcionado esta vez, pero de repente nos mandan callar y vemos a unos cuantos jeeps parados en la carretera. Dos peazo de tigres estaban tumbados haciendo la digestion de un cervatillo del que solo quedaban las pantorrillas y el craneo. Los teniamos al lado a unos 20 metros y no parabamos de sacarles fotos, pero lo mas fuerte estaba por llegar...unos metros mas adelante estaban otros 2 medio adormecidos y el macho dominante los miraba a todos desde la cima del camino. Nos movimos un poco y llegamos a tenerlos pegados al bus, tienen una plasticidad al moverse increible y desprenden muchisima fuerza en cada movimiento. Una experiencia que no olvidare facilmente… IM-PRESIONANTEEE!





Despues de reponernos del momentazo tigre y del frio que chupamos para verlos (casi nos quedamos pajaritos), abandonamos Rajasthan para llegar a Agra, en el estado de Uttar Pradesh. Camino de Agra esta la ciudad de Fatehpur Sikri que durante unos pocos anhos fue la capital del imperio Mughal, bajo el reinado de Akbar el grande, pero que debido a sus problemas con el suministro de agua fue abandonada en favor de Agra. En la ciudad quedan los restos de su pasado glorioso aunque fugaz, con unas puertas inmensas y un patio central muy bien conservado. El interior del edificio blanco que se ve detras de mi en la foto estaba cubierto de madre perla y es precioso.



Pero pasemos a Agra y a su famoso Taj Mahal, un mausoleo construido por Shah Jahan para su difunta esposa Mumtaz Mahal, completamente realizado en un magnifico y durisimo marmol blanco. Esta descomunal tarea involucro a 20000 hombres en 22 anhos de trabajo...antes de nada decidme que es mas bonito el grandioso monumento o la sonrisa de la pequenha en primer plano. Visitamos el Taj al amanecer para poder disfrutar de los cambios de colores que experimenta con los primeros rayos de sol y para librarnos de las masas...aunque siempre hay gente. El resultado ahi os va.





Desde Agra viajamos hacia el sureste para visitar Khajuraho, un pequenho pueblo que cuenta con unos templos del siglo X que quitan el hipo, no solo por lo bello de sus tallas sino tambien por el motivo de las mismas. Mil y una posturas sexuales rodeadas por figuras de mujeres con un tono claramente sensual. Es un misterio el por que de la decoracion sexual en estos templos, algunos dicen que el placer fisico (Bhoga) es una de las posibles vias para librarse del mal y alcanzar el nirvana, al mismo nivel que el yoga lo consigue en el plano espiritual....a mi me parece acertado! Aparte de la conha del tema sexual, sinceramente este ha sido uno de los lugares mas bellos de la india, para mi, si la estatua de la izquierda estuviese aislada me gustaria mas que la venus de milo...mirad la naturalidad del movimiento.





Finalmente hemos llegado a Orchha, una pequenha y olvidada poblacion con un buen punhao de edificios historicos que cada dia atrae a mas turistas. Por el pueblo se pasean Sadhus, originalmente son monjes ascetas que buscan el nirvana mediante una vida de privaciones, pero lo cierto es que parece que algunos actualmente buscan el nirvana por vias mas directas y menos penosas...la limosna de tursitas y los estupefacientes. Hemos visitado poco, nuestros intestinos tenian otras prioridades...pero la puesta de sol sobre el rio Betwa fue espectacular.

Un aspecto fundamental de la vida en la India es la hospitalidad, nosotros la hemos experimentado muchas veces desde que estamos aqui y siempre resulta sincera, y un poco abrumadora. Empezando por la familia de Vivek en Delhi y la de Haseen en Jaipur. A Haseen lo conocimos en Madrid en casa de Marco, un companhero de trabajo de Marta, nos atiborro de curries hasta quedar rellenos cual pavos...tipo abuela gallega. Como el no estaba en Jaipur cuando llegamos, nos recibio Saleem, uno de sus hermanos. Despues de llevarse un soberano disgusto por el poco tiempo que nos quedaba en la ciudad y no poder visitar su casa, se rehizo y nos llevo de paseo, nos mostro su tienda de joyas "Hakim Gems" en el Chameli Wala Market, con regalo incluido y para acabar nos invito a cenar. Mil gracias por el recibimiento, esperamos tener la oportunidad de devolverlo algun dia. Para los que esteis pensando: por que conho le brilla tanto la cara a Juan en la foto?...que sepais que se debe a los aceites que utilizaron en el masaje ayurvedico que nos dimos esa tarde (te tiene que gustar mucho que te soben por TODOS lados para disfrutar del tema).



El colmo de la hospitalidad tiene lugar en las bodas, estamos en epoca de bodas y cada noche suenan fuegos aritificiales y musica indicando la llegada del novio. En Jaipur, Saleem nos recomendo que entrasemos a una para ver todo por dentro...a nosotros nos daba bastante verguenza (la corbata no me cabia en la mochila y las pintas eran un poco cutres) pero en cuanto pusimos un pie dentro, la gente se abalanzo para recibirnos, hablar con nosotros, invitarnos a bailar, arrastrarnos hacia la comida y hacernos fotos con toda la family. Como aqui las bodas duran varios dias si las pillas empezando te invitan al resto FIJO!! una pena que nos tuvieramos que ir. Pruebas graficas del jolgorio arriba.

La nota gastronomica de hoy va encabezada por el fantastico "Afgani Chicken", una especie de pollo espetado a la brasa acompanhado con una salsa de yogur que nos deja babeando con solo recordarlo (y no solo porque estemos a dieta por nuestros "problemillas" estomacales). Lo probamos en Jaipur, en el restaurante Rosham Palace que recomendamos a cualquiera que se pase por alli. Tambien nos gustaria hablar del Lassi, basicamente yogur liquido pero con yogur de verdad como el que bebiamos cuando eramos crios. Por ultimo hemos probado un plato tipico del sur de la India, las dosas: una especie de crepes salados gigantes hechos de harina de arroz, crujiente y delicioso.



Orchha significa el final de nuestro viaje con nuestro guia, conductor y amigo Vivek. Estamos encantados de haber escogido esta opcion, ya que de otra forma hubieramos tardado el doble de tiempo en realizar el mismo recorrido y no habriamos aprendido tantas cosas sobre la India de primera mano. Vivek "Tiger" Kaushik te echaremos mucho de menos. Ahora comenzamos la segunda etapa, nos vamos en tren a Varanasi y volveremos a nuestro ritmo un poco mas pausado despues de la paliza de estas semanas.



Es todo desde el frente. Seguiremos informando.

jueves, 7 de febrero de 2008

Colores en el desierto


Coger un avion en Tokyo y aterrizar en Delhi no es lo que se dice una transicion suave, pero nos gustan las emociones fuertes. Si, estamos en la India. Hemos replanificado nuestra ruta para evitar llegar aqui con el calor sofocante del verano, dejando por tanto, el sudeste asiatico para el final.

Decidimos empezar nuestro recorrido junto a un chofer-guia que nos habian recomendado. Vivek nos acompañara durante unos 20 dias por Rajasthan y Uttar Pradesh. Aunque suene poco aventurero, estamos encantados, ya que el conocimiento local ha mejorado sin ninguna duda la experiencia.

Por otra parte, cuando pusimos un pie en el aeropuerto de Delhi, totalmente patas arriba (se preparan para los juegos de la Common Wealth 2010), no pudimos mas que dar gracias al ver a los hermanos Kaushik esperandonos con un cartelito...uf que alivio!

En el centro de Delhi fuimos acogidos por la familia Kaushik que nos recibio con un riquisimo te de los muchos que tomariamos en este pais. Nos dieron de cenar comida casera y una cama donde descansar nuestros impresionados y cansados huesos. No podiamos parar de repetirnos: Que fuerte! Estamos en la India! Estabamos encantados, pero con el cuerpo todavia en tension tras el viaje en coche del aeropuerto al centro, por una carretera recien abierta de 8 carriles repletos de coches, motos, personas, animales y tuc-tucs con un estilo de conduccion solo comparable al "muy eficiente" estilo portugues, o el turco o el peruano: “salvese quien pueda”.



Al dia siguiente comenzamos nuestra ruta con direccion oeste, parando una noche en el pequenho pueblo de Mandawa. Toda esta zona es famosa por sus “havelis”, antiguas casas de poderosos comerciantes pintadas con preciosos frescos. Las que no se han reconvertido en hoteles o restaurantes se mantienen a duras penas en un estado ruinoso, rodeadas de una suciedad y miseria que hacen todavia mas evidente su decadencia.



Visitamos Bikaner, y muy cerca de alli, el famoso "templo de las ratas", con miles de estos animales correteando libremente mientras uno se pasea sin zapatos con mas repelus que sorpresa. Como son sagradas, son intocables, y la gente les lleva comida y leche. Un religioso del templo puede llegar a ofrecerte de esa comida amarilla que las ratas devoran... dicen que es buenisimo para uno y que no deberias negarte, habia gente comiendo... por supuesto ni nos acercamos, por si acaso.

La siguiente parada fue la ciudad dorada de Jaisalmer, con su impresionante fortaleza sobre una colina de arena. A pesar del caos y de que uno tiene que andar esquivando vacas por las callejuelas, la construccion de todo el pueblo, a base de arenisca, le da un color dorado que permite abstraerse e imaginarse sus tiempos de esplendor. Palacios, templos Jainistas y mas "havelis" completan el espectaculo. Eso si, estamos tan cerca de Pakistan que la presencia de instalaciones militares es palpable a lo largo del camino.



Nos adentramos mas en el desierto de Thar para hacer un pequenho safari en camello (en realidad dromedario) y ver la puesta de sol sobre las dunas. Fue estupendo, a medio camino paramos en una aldea donde Juan se marco una pachanga con un monton de ninhos. Los que no jugaban al futbol se lo pasaron pipa posando para mi camara, fue bastante complicado controlarlos. Aqui nos teneis al mas puro estilo Lawrence de Arabia. No me digais que el hombre que lleva a Juan no parece el guia de los Reyes Magos de cualquier belen.




Continuamos hacia Jodhpur, la ciudad azul, coronada por la fortaleza de Meherangarh de impresionantes muros, que en 450 anhos nunca fue derrotada. Resulta curioso saber que los Maharajas siguen existiendo, pero en vez de vivir en anticuados palacios, viven en hotelazos. Ademas, su poder es totalmente simbolico, y la mayoria se han reinventado viviendo como exitosos empresarios hoteleros y abriendo sus palacios para los turistas.



De alli a Ranakpur, donde hemos visitado el mas espectacular templo Jainista hasta ahora, con sus 1444 columnas preciosamente talladas. Por cierto, los Jainistas son una rama del Hinduismo que se caracteriza por su total austeridad y respeto hacia cualquier forma de vida. Usan una escobilla para espantar a los insectos a su paso y no pisarlos, y una tela delante de la boca para no tragarse bichos sin querer. Lo que si podemos asegurar es que sus templos son bellisimos, todos cubiertos con elaboradas tallas en piedra.




La siguiente parada fue Udaipur, la ciudad romantica, con varios lagos que reflejan las luces nocturnas de sus palacios (hoy hoteles casi todos) y fantasticas puestas de sol. Aqui incorporamos un animal a nuestra fauna callejera de la India, el elefante, que a duras penas logra moverse entre los tenderetes de los comercios sin destrozarlos. Tambien fuimos a un espectaculo de danzas tipicas de Rajhastan, con mujeres bailando con hasta 10 jarrones en la cabeza. El espectaculo estuvo muy bien aunque Juan se quejaba de que eran un poco maduritas (la experiencia es un grado), la foto obviamente es de una de las chicas jovenes.



La ultima parada, por ahora, fue la ciudad sagrada de Pushkar, aqui se encuentra el unico templo dedicado al dios Brahma de la India. Como es un lugar sagrado, no se puede comer carne ni beber alcohol. El lago que ocupa el centro del pueblo esta rodeado de escaleras o “ghats” a donde uno solo puede acceder descalzo y con mucho respeto. Alli la gente reza y se banha. Este tambien es un lugar de peregrinacion para turistas occidentales buscando algun tipo de iluminacion, muchos rastafaris haciendo malabares junto al lago me hacen pensar si es o no es un comportamiento respetuoso. Es el primer lugar de la india donde, en ingles, pide por favor que no se consuman drogas, por algo sera.

En definitiva, en estos dias hemos visitado algunos lugares sacados de los cuentos de las mil y una noches pero, no podemos obviarlo, rodeados de callejuelas ruidosas y sucias, y de mucha gente viviendo en la mas absoluta pobreza.

Sin embargo, hay que decir que lo que mas nos ha impresionado de este pais es la belleza de la gente. En un pequenho pueblo del camino en el que paramos para ir al banho, una familia extremadamente humilde nos invito a su casa y nos ofrecian te y comida dandonos toda una leccion de humanidad.



La belleza de sus ropas merece sin duda una mencion a parte, los hombres llevan turbantes de todos los colores, algunos chillones: rosas, naranjas, rojos, que contrastan son sus trajes palidos. A pesar del polvo del camino resultan elegantes, orgullosos, con una seriedad y dignidad como pocas hemos visto, sea cual sea su riqueza o pobreza. Y luego estan las mujeres, enfundadas en sus presiosos “saris”, con el cabello cubierto la mayoria y algunas el rostro entero. Aparecen a lo lejos, en medio de la nada donde sus colores brillan todavia con mas intensidad.



Es complicado mimetizarse con esta gente. Por mi parte he empezado por pintarme las manos con "heena" (siempre me ha gustado), y taparme un poco con panhuelos, intentando no llamar "mucho" la atencion, pero uno se da cuenta de lo dificil que es dejar de ser guiri.



Lo que resulta mas “emocionante” de la India son los viajes por carretera. Aunque teoricamente conducen por la izquierda, aqui todo vale, y si el carril derecho tiene hueco, pues uno se mete y listo. Funciona segun la ley del mas fuerte: si un camion quiere adelantar, el resto se aparta, y si te tienes que echar al arcen porque viene por tu carril, pues te echas. Estamos contentos con Vivek, aunque en Espanha habria perdido sus puntos en cuestion de horas, es serio y sensato para los estandares del pais. Es capaz de transmitir tranquilidad aun cuando se pasa el dia esquivando personas, coches, motos, vacas, cabras y camellos en todas direcciones... como el mismo dice: "todo es posible en la India".



En el aspecto gastronomico, no podia estar mas encantada de haber dejado el pescado crudo y haber entrado de cabeza en el mundo de los curries y las especias. El te indio, hecho a base de te negro y leche (generalmente de bufala) mezclada con especias, es para morirse, y sorprendemente, cuanto mas cutre es el aspecto del bar en el que lo tomamos, mas rico esta (ver foto, este estaba muy bueno). La comida es maravillosa, no sabria por donde empezar, arroces con especias, muchos vegetales mezclados de mil maneras... Todo esta para chuparse los dedos, literalmente, porque excepto en los sitios turisticos, aqui se come mucho con la mano. Es un poco complicado con tanta salsa, pero todo es ponerse. A Juan le encanta.



Esto es todo por ahora, seguiremos informando.