martes, 20 de mayo de 2008

El escondite de Roldan

Os acordais, alla por 1995, de la noticia de la detencion de Luis Roldan en un pais llamado Laos? Esa fue la primera vez (y creo que la de muchos) que yo oi hablar de la existencia de ese pais. Ahora que lo conocemos, nos parece un buen lugar para perderse.

Su capital, Vientiane, es pequenha comparada con cualquiera de las otras capitales del Sudeste Asiatico. Es manejable y puede ser recorrida facilmente a pie o en bici. Desde la llegada nos gusto mucho la cadencia tranquila del pais y la gente supersonriente y nada pesados con los turistas (logicamente, te intentan vender cosas, pero no insisten y todo con una gran sonrisa).



La ciudad cuenta con muchos lugares para visitar pero lo que mas nos gusto, sorprendentemente, fue la comida. Normalmente en Espanha te puedes encontrar restaurantes tailandeses o vietnamitas pero la cocina laosiana no es nada conocida y desde aqui la reivindicamos.

Empezamos por el "Laap", uno de los platos mas famosos del pais, que consiste en una especie de ensalada fria con muchos vegetales: lemmongrass, cilantro, cebolletas, zumo de lima,... y algo de carne picada, puede ser pollo, bufalo, cerdo o incluso pescado o tofu....deliciosooo!! Otro de los platos que nos encanto se llama "Paa sam lot" y no es mas que un pescado del rio Mekong rebozado y frito con una salsa de Tamarindo increible (de pensarlo se me vuelve a caer la baba). Todo esto bajado con Beerlao, el orgullo nacional y uno de los pocos productos exportados de Laos. Muy cercana a la Mahou para nuestros inexpertos paladares cerveceros.



Recorriendo los templos del centro de la ciudad nos hemos encontrado con monjes y con ninhos de las escuelas muy extrovertidos, que con cuatro palabras y una sonrisa te hacian sentir bienvenido. Quiza el monumento mas alejado del centro de la ciudad sea la stupa Pha That Luang, pero merece la pena ir hasta alli ya que es la mas importante de Laos y cuenta con un techo cubierto de papel de oro imponente.





Desde Vientiane nos movimos al norte hacia Vang Vieng, esta es una ciudad muy interesante ya que explica lo que un turismo mal dirigido puede hacer en un entorno natural imbatible. Resulta que este pequenho pueblo cuenta con unas montanhas preciosas en los alrededores y con un par de rios en los que se puede hacer rafting. El caso es que se puso de moda hacer "tubing" en el rio (en resumen, tirarse sentado en un neumatico y dejarte arrastrar por la corriente hasta llegar al pueblo).



Acto seguido, algun avispado viendo el flujo continuo de turistas por el rio decidio poner unos bares "isla" donde la gente podia hacer "avituallamiento etilico". Tras esta idea, todo fue degenerando hacia un "parque acuatico" para guiris con ganas de fiesta, con bares que cuentan con "happy" de todo (pizzas, batidos, tartas...) y repiten hasta el infinito capitulos de la serie friends, vamos que el lugar se ha convertido en un circo para extranjeros, una especie de Ibiza barata con cero integracion local.


Viendo el percal nosotros pasamos solo una noche, si bien es cierto que habia excursiones por los alrededores con muy buena pinta, y nos pillamos otro bus hacia Luang Prabang. El trayecto pasa por unos paisajes alucinantes, aunque ibamos amedrentados por todos los comentarios recibidos sobre lo mala que era la carretera y el mareo que se pillaba todo el mundo...pero creo que los gallegos somos inmunes a las curvas. Eso si, lo del bus y el tuktuk (foto incluida) fue de conha, pillamos uno de esos VIP buses...me da un escalofrio solo pensar como pueden ser los locales.



Aunque las expectativas eran altas, Luang Prabang nos ha encantado. Tiene un ambiente especial, con un gobierno local muy consciente de lo atractivo que resulta el concepto de turismo alternativo y sostenible. Hemos visto, por ejemplo, carteles pidiendo que no hagas fotos a los monjes como si fueran animales de feria y que hay que mostrarles un gran respeto. Es algo con lo que coincidimos plenamente y que nos ha avergonzado varias veces cuando hemos visto a un grupo de turistas abalanzarse sobre algun templo budista.

Como contrapunto, el pueblo tiene toque de queda...si, habeis oido bien, si a las 0:00 horas la policia te encuentra por la calles, te escolta a casa!. Nosotros aun no lo hemos visto pero tenemos el aviso oficial del gobierno pegado en la puerta de nuestra habita...asi que vida de cenicienta.



Aqui hemos bajado una marcha y nos hemos paseado por sus calles, recorrido su mercado nocturno (quizas el mas tranquilo de toda asia y por supuesto cerrado antes de medianoche) y para deleitaros a nuestra vuelta, nos hemos apuntado a un curso de cocina.

Nos lo hemos pasado fenomenal, primero visitamos el mercado local donde puedes comprar todos los ingredientes frescos que necesitas para los platos y por supuesto tambien candados, bragas, paraguas o acondicionador para el pelo. Despues nuestro chef, Phia Yang, nos ha preparado varios platos y nos ha dado truquillos para reemplazar ingredientes que no se encuentran facilmente en Europa.



Una vez terminada la clase magistral, era nuestro turno, preparamos cinco platos diferentes con bastante exito. Laap de pollo, fideos de arroz fritos con vegetales y cerdo, berenjena salteada con cerdo, una ensalada tipica de Luang Prabang y una cazuela de cerdo.

A todos aquellos que pensabais que en Espanha se comia mucho ajo....no os podeis ni imaginar la cantidad de ellos que utilizan aqui, no usan un par de dientes, aqui van de media docena en media docena. El exito o fracaso de los platos ya lo juzgareis por vosotros mismos cuando os los preparemos en Espanha. Lo complicado va a ser encontrar tamarindo (tendremos que comprarlo a precio "Corte Ingles") pero aqui el arbol nace hasta debajo de las piedras.





Aparte de comer bien, hemos visitado algunos de los mas de 30 templos que existen en Luang Prabang, los hay para todos los gustos y muchos de ellos son realmente espectaculares, muy coloridos y con esos tejados tan caracteristicos de esta parte de Asia.



Una manhana nos pegamos un buen madrugon para ver una tradicion muy especial de los monjes budistas. Resulta que el budismo no permite a sus monjes cultivar sus propios alimentos, asi que dependen de la solidaridad de los habitantes de la zona.



Entre las cinco (mas bien cinco y media, que a las cinco nosotros estabamos al pie del canhon y alli no habia ni blas), y las seis de la manhana los monjes recorren el pueblo con un cesto bajo el brazo, y la gente arrodillada a lo largo de las calles le llena los cestos con arroz. Es un momento digno de ver pese a los bostezos. Tambien es cierto que cuando una tradicion lleva mucho tiempo vigente, los protagonistas ven en ello una rutina mas que un bello gesto, y eso es un poco triste.

Viendo el buen rollito que nos traiamos con la ciudad, hemos decidido quedarnos un poco mas por la zona y hacer un trekking de 3 dias para visitar los pueblos del norte poblados por las minorias Hmong (los mismos que estaban, si os acordais, en Sapa al norte de Vietnam) y Khmu.



Satith, nuestro guia, nos llevo a buen ritmo por unos bonitos paisajes de montanha atravesando poblados, hasta llegar al pueblo donde pasariamos la primera noche, todo iba perfecto, disfrutando del camino y con una charla animada hasta que... basicamenteee...nos cayo la del PULPO!!. Fascinante, yo no habia visto llover asi en mi vida, las gotas te hacian danho en los hombros aun con toda la ropa encima.

Pues bien, este pequenho contratiempo convirtio el resto del primer dia de trekking en un infierno de barro por el que nos deslizamos durante unas eternas cuatro horas hasta llegar al destino. Llegamos empapados desde la punta de los pies hasta la cabeza y con las piernas al borde del colapso por la tension de ir continuamente buscando un punto firme en medio de aquel barrizal. Para colmo, resulta que las mochilas al igual que los relojes aguantan agua pero hasta un punto, asi que toda nuestra ropa limpia estaba casi igual de mojada....pa echarse a llorar.

Pocas opciones habia mas que resignarse e intentar disfrutar de lo que nos quedaba. Nos levantamos temprano al dia siguiente e hicimos otra caminata mas corta hasta el segundo pueblo donde ibamos a dormir. Esta vez no llovio (al menos durante el camino, si lo hizo despues) y todo fue sobre ruedas salvo la humedad de la ropa. Desde nuestra cabanha teniamos unas vistas espectaculares del rio que bordea al pueblo, donde yo me di un merecido banho despues del esfuerzo.



En todos estos pueblos que hemos visitado nos hemos sentido un poco extranhos, todos sienten una curiosidad enorme por ti pero realmente no puedes comunicarte mucho con ellos salvo el "hola" y "gracias" que aprendes en su lengua. Desde nuestro punto de vista al tour le falto un poco de integracion con la gente local, estabas en el pueblo pero dentro de tu cabanha, nos hubiese gustado mas dormir con una familia como lo hicimos en Vietnam. Asi puedes ayudarles a cocinar y dar un toque mas de normalidad a tu presencia.

Para acabar nuestro particular triatlon, hicimos un poco de kayaking bajando el rio Nam Khan de nuevo hasta Luang Prabang. El dia amanecio lluvioso, lo que nos hace pensar que quiza la epoca de lluvias se ha adelantado un poco este anho (normalmente comienza en Junio). Estuvo bien descansar un poco las piernas y dejarle hacer el trabajo a los brazos. Pasamos por unos pequenhos rapidos que hicieron el camino mas entretenido y finalmente llegamos a nuestro hostal cansados, con ganas de una buena ducha y mucha ropa que lavar.

Quiza lo mas bonito de nuestro recorrido fueron los encuentros con los ninhos de los pueblos, al principio timidos pero ganando confianza a pasos forzados. Les encanta verse en el display de la camara y no pueden parar de reir. Les hicimos miles de fotos y disfrutamos mucho de su curiosidad genuina y su desparpajo. Aqui van unas cuantas.







Ya os hemos hablado de comida asi que para finalizar os vamos a mostrar, tal cual "coco" en barrio sesamo, la diferencia entre una sopa de noodles estilo local y la misma estilo "falang" (guiri). Nos quedamos boquiabiertos al ver la cantidad de salsas (la mayoria picantes por supuesto) que tuvo que echarle Satith a su plato para conseguir ese color rojizo...la mia, obviamente, era un poco mas suave.



Y esto es todo de momento, manhana nos embarcamos para cruzar de nuevo la frontera con Tailandia rio arriba, pero esa es otra historia.

Un beso.

Juan y Marta

miércoles, 7 de mayo de 2008

Tailandia Salvaje

Como sabeis estamos de nuevo en Tailandia. Volvimos a pasar unos dias por Bangkok y una vez mas, nos dejamos impresionar por lo moderna y desarrollada que es esta ciudad que, a pesar de todo, se resiste a perder su encanto... y ese olorcillo a comida cocinandose en los puestos callejeros.

Esta vez disfrutamos del rio al atardecer, cuando los templos de las orillas empiezan a encender la iluminacion nocturna. En contraste, tambien visitamos algunos de los barrios mas cosmopolitas que, como en cualquier otra capital del mundo, son un amasijo de torres de cemento y cristal, oficinas, McDonalds y ejecutivos corriendo. Para llegar aqui es mejor coger lo que llaman Skytrain (un metro elevado) porque el trafico es bastante insufrible. Ya os habia hablado de los taxis fucsias pero no se si os los habia ensenhado.

En unos cines de ultima generacion vimos la ultima gran produccion americana del momento (es la segunda peli en 10 meses, no estamos muy al dia). Ese dia comprobamos in situ que es cierto que antes de cada proyeccion la gente se pone en pie para escuchar el himno nacional mientras en pantalla salen bonitas fotos del monarca en diferentes aspectos de su vida y terminando con un mensaje que dice: Larga vida al rey. Y es que aqui hay autentica devocion por la familia real que esta presente en grandes carteles en la calle y en cualquier casa.

Esa noche teniamos una cena pendiente con Fernando y su mujer Nina, que acaban de empezar una "tourne" por Asia. El es companhero de la escuela de Teleco, muchos lo reconocereis, a que el mundo no es tan grande?

Nos desplazamos al oeste del pais, cerca de la frontera con Myanmar, la antigua Birmania (tristemente en portada estos dias por el terrible ciclon que se ha llevado la vida de mas de 20000 personas). Visitamos Kantchanaburi, un pequenho pueblo que no estaria en los circuitos turisticos de no ser porque, durante la Segunda Guerra Mundial, miles de prisioneros de guerra aliados trabajaron aqui bajo las ordenes del ejercito japones. La mision era construir una ambiciosa linea ferrea que atravesase la selva y uniese Tailandia y Birmania. Unos 13000 prisioneros murieron en el intento ( en su mayoria holandeses e ingleses) victimas de la desnutricion, enfermedades tropicales, agotamiento, etc. Una mas escalofriante cifra que ronda los 100000 trabajadores asiaticos "voluntarios" dejaron tambien su vida en la construccion de los 415km de via ferrea, de los cuales, el tramo mas famoso (gracias a Hollywood) es el puente sobre el rio Kwai, en las afueras de Kantchanaburi.

Hoy dia, de todo ello queda una via muerta de tren y varios museos y cementerios a donde se trasladaron las tumbas de soldados que quedaron desperdigadas por toda la selva. Y como no, el famoso puente, que a pesar de diversos bombardeos sigue en pie, de hecho los tramos de vigas cuadradas son los que reconstruyeron pero los redondeados son los antiguos. Personalmente nos decepciono un poco la visita al lugar, a su alrededor ha surgido todo un complejo turistico de restaurantes y tiendas, y los innumerables visitantes que cruzan a pie el puente (jugandose un poco el pellejo) tienen que esquivar un tren turistico que va y viene de uno a otro lado del rio. En fin... es como una feria.



A pesar de todo, el pueblo es un lugar agradable y bastante tranquilo en el que pasar unos dias. Sobre todo si puedes buscarte una habitacion junto al rio (o incluso sobre el rio en casas flotantes) y disfrutar de las puestas de sol sobre las montanhas que separan Tailandia y Myanmar, asi como de los campos de loto que nacen en las orillas.



Con tanto relax encima, buscabamos un poco de accion... y la encontramos. Visitamos el Parque Nacional de Khao Yai, una enorme reserva natural de selva monzonica a unos 175km al noreste de Bangkok. La atraccion aqui no es solo la exhuberante vegetacion, sino tambien la variada vida animal compuesta por elefantes, tigres, osos, ciervos, gaures (una especie de bisontes), varias especies monos y macacos y cientos de especies de pajaros.

Nada mas llegar nos quedamos impactados por esta vibora que descansaba en el patio trasero del hostal en el que estabamos. Se supone que de dia no son muy activas pero esta no estaba nada contenta de que le acercasen la camara. Os aseguro que me costo un poco dormir esa noche con todos los ruidos campestres que nos rodeaban.

Al dia siguiente, acompanhados de un guia, hicimos un trekking por la selva en busca de animales. Tengo que decir que fue toda una experiencia, durante un buen rato caminamos todo lo rapido que podiamos siguiendo al guia, que a su vez seguia a un grupo de monos gibones. El suelo estaba embarrizado ya que la estacion de lluvias esta a punto de empezar y ese dia tuvimos bastantes chaparrones. Saltabamos sobre arboles caidos y riachuelos, tratando de no caernos, de no pisar ninguna serpiente y sobre todo, de mantener a raya a las sanguijuelas.



Estos "simpaticos" bichitos aparecen en la estacion humeda y, aunque nos dieron unos calcetines especiales que iban por encima del pantalon, la sensacion de tenerlas trepando por tu ropa es del todo desagradable (sobre todo si tu pantalon tiene algun agujero) y a golpes intentabamos despegarnos sus asquerosas ventosas. No es facil, lo mas efectivo es un manotazo, aunque se pegan a los dedos con mucha facilidad. Asi contado parece un poco infierno, lo fue durante un rato, pero vimos bastantes monos, asi como rastros de elefantes y osos. Es cuando uno se pregunta, y que demonios hago yo si aparece un oso?. En fin, que lo mejor fue cuando salimos a un claro de hierbas altas y suelo seco, lejos e las sanguijuelas, mirad que contentos estamos ahi. El grupo estaba formado por el guia que decia llamarse "Puma", Juan, Charlotte (una chica inglesa) y yo.



Es curioso saber que los animales son seres de costumbres y se mueven habitualmente por los mismos lugares. Cuando ibamos en coche pasabamos carteles que decian: cuidado! zona de paso de elefantes, de tigres, hasta de cobras!!. Sea como fuere, ese dia no vimos ninguno de estos animales, era domingo y el parque estaba lleno de visitantes, con tanto coche es dificil que un animal se deje ver.

Lo que si vimos fue un escorpion negro de bosque asiatico bastante sorprendido, plantado en medio de la carretera hasta que nuestro guia lo devolvio al campo, y una piton no muy comoda con los flashes de un grupo de guiris que se le echaban encima. Tambien muchos macacos y ciervos sambar, uno de ellos aparecio asi de repanchingado rumiando junto a uno de los albergues.





Tambien vimos muchos pajaros, sobre todo espectaculares Hornbills, que son como tucanes pero con una especie de doble pico y muchisimo mas grandes. Los vimos con prismaticos y ninguna foto es recuperable asi que os pongo una imagen de internet para que os hagais una idea. Este es el Great Hornbill, uno de los mas bonitos que vimos, cuando despliegan las alas son una maravilla.

La otra gran atraccion del parque son sus espectaculares cascadas, una de ellas tambien famosa gracias a Hollywood. La primera foto es Nam Tok Haew Suwat, o sea, la cascada que Leonardo Dicaprio saltaba en la pelicula "La Playa", como veis no esta en una isla sino tierra adentro. Era la estrella indiscutible para los visitantes que se banhaban encantados en el lago inferior. La segunda cascada, Nam Tok Haew Narok, no es tan popular pero desde nuestro punto de vista es mucho mas bonita. Aunque no lo parece en la foto es casi cuatro veces mas alta que la primera, y esta encerrada en un valle escarpado verdisimo que se llena del vapor producido por los golpes de agua. Aqui, hace unos anhos, murieron 8 elefantes al despenharse por la catarata, arrastrados por la fuerza del agua.



Tras esta agotadora visita pusimos rumbo al norte para intentar cruzar la frontera de Laos el mismo dia. Cuando llegamos a la estacion de bus, estaban todos llenos menos un autobus regional de esos que van parando hasta en casa de gente para recogerla. Cuando nos montamos comprobamos con horror que no quedaban sitios libres y que la gente ya iba de pie a pesar de que un acomodador se encargaba de apinharlos cuando creia que cabian tres por fila. Nos parecia excesivo ir 6 horas y media de esa manera. Como sabian que les ibamos a pedir el dinero de vuelta y esperar por el siguiente bus se preocuparon de encontrar un sitio para los farang, o sea nosotros, asi es como llaman aqui a los extranjeros, y lo utilizan bastante.

Nos sentaron en dos pequenhos asientos junto al conductor, no solo no cabiamos sentados y no teniamos hueco para las piernas sino que al que le tocaba al lado del conductor (puesto que ocupamos los dos por turnos) no le quedaba otra que resignarse a que el conductor le clavase la palanca de cambios cuando metia sexta. Curiosamente esto le preocupaba mas a Juan que a mi, debido al par de unhas pintadas de rosa que lucia el rudo conductor. Asi, sudando y apinhados, pasamos tres horas planteandonos si bajarnos y esperar a otro bus en la siguiente parada. Finalmente el bus se vacio en una ciudad grande y pudimos pasar a un asiento normal, que nos parecio un autentico trono en comparacion.

Para cuando llegamos a la frontera con Laos, en Nong Khai, ya nos parecio un poco tarde para cruzar y llegar a Vientiane, aunque estaba muy cerca, y preferimos quedarnos a descansar que falta nos hacia. El caso es que hemos encontrado un hostal muy majete con un jardin-restaurante junto al rio, con mucho encanto, y hemos decidido postponer un poco mas el cruce de frontera. Aqui teneis al rio Mekong con Laos al fondo, y el jardin donde hemos disfrutado un poquito, otra vez, del dolce fare niente.



Ya que nos hemos quedado por aqui, nos acercamos a visitar el parque de esculturas gigantes Sala Kaew Ku. Fue construido por iniciativa de un extranho chaman, originario de Laos, que durante 20 anhos se dedico a representar en cemento toda la imagineria Hindu-Budista que pasaba por su cabeza. Algunas estatuas miden 25 metros!. Es un lugar muy extranho, donde los seguidores de este chaman guardan su cuerpo momificado y numerosas reliquias. Hay que reconocer que el lugar es sorprendente.

Por ultimo, y en el apartado culinario, queremos hacer una mencion especial a las frutas tropicales que nos estamos encontrando, y de las que no hemos hablado todavia. Los mercadillos de todo el sudeste asiatico estan abarrotados de una serie de extranhas frutas que no habiamos visto en nuestra vida. Solo hemos probado algunas, pero nos gustaria hablaros de dos en concreto que nos han parecido curiosas y bastante sabrosas: el mangosteen y el rambutan (izq y dcha), no he encontrado traduccion al espanhol, pero parece que a este ultimo se le llama mamon chino en centroamerica. Sea como fuera el aspecto de ambas sorprende por dentro y por fuera. Toda una experiencia para el gusto y la vista.



Y aqui seguimos de momento, en Tailandia. Planeamos cruzar manhana la frontera, que esta aqui al lado, y llegar a Vientiane. Pero esa, es otra historia.
Un beso a todos.