martes, 29 de abril de 2008

Civilizacion Khmer

Dejamos Ho Chi Minh y sus motos para adentrarnos en el delta del Mekong y navegar por sus miles de canales en todo tipo de barcas. Hemos pasado unos dias por la zona y aprovechado para cruzar la frontera entre Vietnam y Camboya por via maritima.

Toda esta region de Vietnam vive mirando al rio, aqui se produce el 60% del arroz de Vietnam que es el segundo pais exportador del mundo detras de Tailandia. Nos ensenharon como hacen el papel de arroz que utilizan en todos sus rollitos, varios dulces y hasta palomitas (vamos, los crispies de toda la vida).



Recorrimos varios mercados flotantes, donde barcas, barcazas y barquichuelas compran y venden casi de todo, aunque mas bien nosotros vimos frutas y verduras. Cuelgan de un pequenho mastil, a modo de reclamo, el producto que venden (patatas, sandias, mangos, calabazas...) para que desde la distancia los posibles compradores sepan de que se trata. Para verlo en ebullicion hay que levantarse bien temprano, nosotros al ir con un grupo llegamos un poco tarde y nos perdimos el cenit del mercadeo pero fue muy vistoso de todas formas.





El ultimo tramo lo hicimos en una barca de remos empujada por una chica de pie en la popa, tal cual un gondolero pero con dos remos cruzados. Resultaba super-curioso, utilizan todo el peso del cuerpo cargandose contra los remos para avanzar, es bastante efectivo aunque creo que requiere unas buenas dosis de equilibrio (yo no lo intente por si acaso).



En general, y sobre todo cuanto mas nos acercabamos a la frontera de Camboya, la poblacion del Mekong nos parecio la mas sonriente y alegre del pais, decenas de ninhos nos hicieron mil y una piruetas demostrando su habilidad para saltar al agua y los que no llegaban a tiempo o no les apetecia banharse nos saludaban fervorosamente desde la orilla con una sonrisa "colgate" en la boca.



El cruce de frontera no pudo ser mas suave y facil. Nuestra guia, una mujer super-resuelta, se hizo cargo de conseguirnos los visados por una pequenha comision. Se piro, con todos nuestros pasaportes, en moto mientras nosotros ibamos mas lentos navegando. En ese momento eramos unos indocumentados intentando cruzar la frontera entre dos paises (me acordaba de Manu Chao y su "Clandestino" con una pequenha risa entre floja y nerviosa). Todo salio bien.

Al llegar a Camboya el viaje se torno un poco mas caotico. Tras tres horas mas de soporifero viaje en barca rio arriba, nos apinharon junto a nuestras mochilas en un pequenho bus que nos llevo a Phnom Penh, todo esto con 35 grados a la sombra y sin aire por supuesto. Tambien es cierto que cada vez que piensas que no se puede estar peor, te adelantan trescientos tipos en una furgoneta con gente sentada en el techo y te callas.



Para colmo, el guia que nos acompanhaba, hizo una escapada digna de Houdini y nos dejo en medio de la nada, con un conductor que ni papa de ingles, de noche y con buitres-taxis esperandonos para llevarnos a "su" guesthouse. Pero asi es la vida del viajero que no entiende nada en el idioma local, te torean un poco y o te resignas o te resignas, porque perdiendo los nervios solo llevas las de perder, aparte del mal rollo que te genera.

De Phnom Penh no nos esperabamos mucho y quiza por eso nos sorprendio gratamente encontrar algunos lugares interesantes para visitar, a pesar del trafico y el ruido que te rodea en todas las grandes ciudades del sudeste asiatico. El atractivo principal de la ciudad es el Palacio Real con un parecido mas que evidente al de Bangkok, quiza el camboyano, al estar mas vacio se hace mas agradable de visitar aunque no sea tan espectacular. Los tejados de los edificios se llevan la palma en cuanto a belleza, como refleja la foto.



Una visita bastante mas triste fue la que hicimos a un antiguo instituto que fue reconvertido en prision por los Khmer Rouge. Con Pol Pot a la cabeza este regimen domino el pais entre 1975 y 1979. Bajo una ideologia de comunismo agrario extremo impusieron el exodo de millones de personas hacia los campos para cultivar arroz en condiciones de casi-esclavitud.

En total se calcula que asesinaron a casi dos millones de personas "contrarias" al regimen. La prision que visitamos (el S21) fue un centro de detencion donde se torturo y asesino a mas de 60000 personas. Es espeluznante pensar que ninhos que ahora tendrian nuestra edad, murieron por que su padre (detenian a familias enteras cuando un miembro era "sospechoso") despues de varios dias de torturas inhumanas, confesaba que estaba compinchado con la CIA o el KGB. Estos crimenes todavia no han sido juzgados.



Buscando historias mas alegres nos fuimos hacia Siem Reap, la afortunada ciudad dormitorio de los magnificos templos de Angkor. Estos templos fueron construidos por la civilizacion Khmer (nada que ver con los de Pol Pot) alla por el siglo X.

De Angkor podriamos estar hablando dias y dias y colgar infinitas fotos (los que conoceis a Marta sabeis que no exagero...) pero intentaremos hacer un resumen de lo principal y lo que mas nos ha gustado. Nos pasamos tres dias visitando templos y aunque nos encantaron hay que decir que acabamos un poco saturados. El primer dia alquilamos unas bicis, pero tras los casi treinta kilometros que nos metimos entre pecho y espalda decidimos que el tuktuk era una opcion estupenda para el resto de los dias.



Empecemos con Angkor Wat que es el icono de todo este complejo de templos. Es sin duda uno de los mas espectaculares y mejor conservados, se dice que es la construccion religiosa mas grande del mundo. Puedes pasarte horas enteras descubriendo rincones y detalles maravillosos. Aunque estuvimos aqui varias veces, uno de los momentos mas bonitos para verlo es el atardecer, cuando ya no hace tanto calor (en una de las fotos podeis ver a unos ninhos pasando del templo y dandose un envidiable banho).





Todos estos templos cuentan con unos elaborados bajo-relieves que recogen todo tipo de escenas de la epoca (mayoritariamente batallas y victorias epicas). A nosotros nos encantaron las Apsaras, criaturas celestiales que aparecen bailando con llamativos peinados. Durante estos dias practicamos un nuevo deporte que consiste en perseguir a monjes budistas para fotografiarlos. Es casi imposible resistirse al ver pasar sus tunicas azafran tan fotogenicas en contraste con las piedras.



Otro de nuestros favoritos es el templo de Bayon que se encuentra dentro de la ciudad amurallada de Angkor Thom. Sus mas de 50 torres cuentan con infinidad de gigantescas caras de Buda esculpidas en la piedra. Dicen las malas lenguas que el parecido con el rey que construyo el templo (Jayavarman VII) es mas que evidente. En realidad cada torre representaba una de las provincias del reino y las caras vigilaban los cuatro puntos cardinales.





Os acordais de "Tomb Raider"? Pues en varios de estos templos se rodo parte de la pelicula, sobre todo en el templo de Ta Prohm. La verdad es que comprendemos perfectamente la localizacion, ya que se trata de un sitio magico. Este lugar fue abandonado a su suerte y engullido por la selva, como demuestran las enormes raices que devoran literalmente parte de la estructura. Esta es su condena y su bendicion, sus muros deformados al borde del colapso son los que le dan precisamente su encanto.





La comida camboyana se parece mucho a la de sus paises vecinos, si bien un poco mas influenciada por la India. Como especialidad nos quedamos con el cerdo estilo Amok que se presenta envuelto en hojas de platano. Es parecido a un curry con leche de coco y especias pero mas suave que los indios. Cenando, asistimos a un espectaculo de danza tradicional Khmer. La belleza de los trajes de las bailarinas es equiparable a la de sus forzados movimientos.



Tras estos fantasticos dias dejamos Camboya, tarea complicada debido al mal estado de sus carreteras. Nos encontramos de nuevo en Tailandia donde nos sentimos casi como en casa. Seguiremos informando.

Un beso. Juan y Marta

PD: Es cierto que ya hemos sobrepasado los 300 dias de viaje pero, a pesar de no ser unos "magos" del euro, el sudeste asiatico es sin duda mas barato de lo que esperabamos y eso nos ha permitido alargar el viaje algunas semanas mas. Pero no os preocupeis que volveremos!!

jueves, 17 de abril de 2008

Paralelo 17

Ir al sur de Vietnam significa cruzar el paralelo 17, en este lugar se encontraba la antigua frontera que dividia el pais entre Norte y Sur. Se trataba entonces de una zona desmilitarizada, que paradojicamente se convirtio en una de las zonas con mas presencia militar del mundo durante la guerra que nosotros conocemos como "de Vietnam" y que aqui se conoce como "americana", ya que no ha sido la unica guerra, por desgracia, que ha sufrido este pais.

Atravesamos esa "frontera" de noche, por lo que no vimos mucho de los restos de la guerra que quedan por esas latitudes. Ibamos durmiendo en uno de los buses nocturnos que se estilan por aqui y que en vez de asientos tienen tres filas de literas. Son bastante modernos y aceptablemente comodos, pero las camas son de tamanho asiatico, por lo que si yo cabia justita, no quiero ni pensar como se las arreglaria el tipico australiano de metro noventa. Es evidente que los estandares fisicos aqui son diferentes: en los ascensores por ejemplo, el cartelito dice: carga maxima 300kg, 5 personas, cinco!!?... Aunque para curiosidad, el entretenimiento a bordo de nuestro bus: puede haber algo mas sorprendente que ver Rambo doblado al vietnamita??



Nuestra primera parada fue la ciudad imperial de Hue. Desde aqui, una dinastia completa de emperadores goberno parte del pais durante casi un siglo y medio desde principios del XIX. La ciudad antigua se encuentra amurallada y conserva palacios, residencias reales y templos que, si bien se han visto afectados por los diferentes bombardeos, conservan parte de su grandeza.

No sorprende que en la actualidad sea elegido por parejas de recien casados para hacerse el reportaje de boda (no pude evitar robar esta foto ante esa preciosidad de trajes). Fijaos tambien en la curiosa decoracion de muros y paredes con trozos de porcelana china, eso si que es reciclaje.





Junto al Rio del Perfume recorrimos unos cuantos kilometros en bici visitando los lugares mas alejados del centro, varias tumbas de emperadores y la pagoda de Thien Mu. Aqui se guarda como reliquia el coche que utilizo el monje Thick Quan Duc para ir a Saigon, donde en 1963, con la gasolina del propio coche, se prendio fuego asi mismo en una plaza publica como protesta por las politicas antibudistas de su primer ministro. No solo su protesta no cayo en saco roto, sino que dio nombre a esta espeluznante forma de suicidio: "quemarse a lo bonzo" (bonze, en ingles, es una antigua forma de llamar a los monjes budistas).



El dia era caluroso y tuvimos que hacer varias paradas para reponer fuerzas a base de jugos de coco y de canha de azucar, es curioso ver como exprimiendo unas canhas se puede obtener un enorme vaso de este dulcisimo zumo. Estabamos tan a gusto alli que acabamos ensenhando a la dependienta del bar, Nga, a jugar al chinchon, y de no ser porque amenazaba tormenta nos hubiesemos quedado toda la tarde.



Hue es tambien famosa por su gastronomia. Su pasado imperial, marcado por regentes de vida ostentosa que gustaban de buena y variada comida, le ha dejado una herencia de exquisiteces no solo al paladar sino tambien a la vista. Como muestra, estos rollitos vietnamitas con la espectacular presentacion de un pavo real, o estos pequenhos postres de pastel de habas en forma de frutas (si no me lo dicen pienso que son adornos de plastico y no me los como).



Un poco mas al sur se encuentra, para nosotros, el lugar mas bonito de la costa vietnamita, el pueblo de Hoi An, con su centro historico bien conservado y su encanto de lugar un poco anclado en el pasado. Es un autentico placer pasear entre sus monumentos, sus antiguas casas de ricos comerciantes, sus puestos del mercado junto al rio y sus tiendas de artesania.



Sorprendentemente el pueblo mantiene su prestigio en el sector textil desde los tiempos de las antiguas rutas comerciales maritimas. Hoy en dia cientos de sastrerias abarrotan las calles donde gente de todo el mundo se hace trajes a medida por precios mas que asequibles. Si, no pudimos evitarlo, nos hemos hecho un traje cada uno. Es una extranha sensacion enfundarse un traje tras tantos meses de ropa comoda. Pero valio la pena ponerse al fin algo diferente!!





En otra escapada ciclista nos fuimos a la costa, a la playa de Cua Dai, que es en realidad una pequenha parte de otra enorme playa de varios kilometros conocida por los soldados americanos como China Beach. Parece que, en pleno conflicto, fue un lugar de esparcimiento para los soldados. En la actualidad es una bonita playa en la que, al menos en las horas de sol, solo se ven turistas tomando el sol, pescadores faenando y mujeres vietnamitas que, con increible persistencia, tratan de vender frutas, cremas o caramelos.



Tambien en Hoi An tuvimos nuestra buena dosis de experiencia culinaria. En la foto podeis ver el plato denominado white rose, que consiste en unos saquitos hechos de harina de arroz rellenos de pasta de gambas. Le pusieron ese nombre porque los saquitos son casi translucidos y parecen petalos de flores. El otro plato, que se puede disfrutar en todo el pais, son unos rollitos de papel de arroz sin cocinar que enrolla uno mismo en el momento de comerlos, en este caso rellenos de cerdo y vegetales. La textura del papel de arroz crudo es casi la de un folio y si no lo mojas en alguna salsa es dificil de morder, pero el conjunto esta muy bueno.



La siguiente parada fue la ciudad de Nha Trang. La primera impresion que tuvimos fue la de un Benidorm en pleno Mar de China y quisimos salir corriendo. Luego nos dimos cuenta de que si escogias la zona correcta de la playa podias vivir una experiencia autenticamente vietnamita.



Durante el dia los unicos locales que habia por alli estaban vendiendo comida o cuidando las hamacas. Pero si esperabas hasta las 4 y media o 5 de la tarde, cuando el sol empezaba a caer detras de los arboles y los turistas recogian sus bartulos, te encontrabas de repente, sin tener muy claro de donde habian salido, rodeado de cientos de vietnamitas que iban ocupando los lugares de sombra con sus cachivaches para cocinar o su merienda en una bolsa. Es un acontecimiento social, todo el mundo esta alli y muchos se lanzan al agua como autenticos posesos, algunos con banhador, la mayoria de las chicas con la misma ropa de calle con la que han venido, y casi todos los ninhos con chaleco salvavidas. Una imagen vale mas de mil palabras. Confieso que me puse la camiseta para no desentonar demasiado.



Y es que hemos concluido que los vietnamitas son fotofobicos. Como tantos otros asiaticos, sus canones de belleza para el color de la piel son totalmente contrarios a los occidentales. Mientras los extranjeros se tuestan como camarones en la playa, ellos se cubren completamente el cuerpo (de ahi las mascaras que llevan tantas personas por la calle), usan manga larga, calcetines, e incluso guantes. Les encanta tener la piel blanquisima, y en el super casi todas las cremas hidratantes son blanqueadoras. Tuve que someter a una dependienta al tercer grado para asegurarme de que no estaba comprando nada que me fuera a fastidiar el moreno.




Como tambien aqui teniamos que probar alguna especialidad culinaria, nos fuimos a un bar bastante famoso entre los locales por sus parrillas. Nos pusimos hasta arriba de gambas a la plancha por una cantidad de dinero bastante irrisoria dada la calidad de los animalitos. Aqui me veis con los coloretes provocados por las brasas escogiendo con avidez cuales son las que van a caer en mi plato.

Nuestra siguiente parada fue la ciudad de Ho Chi Minh, antigua capital del Sur, a la que casi todo el mundo en esta parte del pais sigue llamando Saigon. Es todavia mas grande que Hanoi, y creemos que tiene todavia mas motos. Aqui se anhade la emocion de las grandes avenidas a la hora de cruzar entre el trafico, un deporte de riesgo bastante barato. A pesar de ser una gran ciudad sigue teniendo ese regustillo a pueblo sin normas de circulacion y con pequenhos puestos de comida portatiles donde la gente come casi sentada en el suelo.



Tambien aqui, y puede que mas que en otros lugares, los conductores de las motos y los cyclos te gritan desde la distancia para que te montes con ellos y te lleven a dar un paseo por la ciudad (aqui veis a uno haciendome senhas), la verdad es que nosotros nos lo solemos currar a pie o en bus. Esta manhana hemos ido a Chinatown donde hemos pasado un buen rato paseando por un mercadillo de hierbas medicinales que olia como las tiendas de parafarmacia. En un puesto hemos visto unas setas del tamanho de la cabeza de Juan, lo he puesto en la foto para tener una referencia.



Hemos visitado tambien algunos lugares emblematicos, como el Palacio de la Reunificacion, antiguo palacio de gobierno de la Republica de Vietnam, donde en 1975 el Sur hizo efectiva su rendicion ante la entrada de los tanques del ejercito del Norte hasta la mismisima puerta del palacio, detras de donde se encuentra Juan.



Tambien hemos visitado el Museo de los Vestigios de la Guerra, donde se exponen espeluznantes fotografias, restos de armas, tanques, aviones y reproducciones de celdas. No hablan solo de la guerra de Vietnam, sino de otras guerras en el mundo remarcando una realidad que se repite una y otra vez: sea cual sea el motivo por el que se empieza una guerra, todos los que luchan acaban perdiendo; mueren, matan, y cometen atrocidades en el nombre de ideas que se desvanecen tras las autenticas pretensiones de poder de unos pocos que descansan en la seguridad de sus casas. Cuando sale uno de estos lugares, lleva el corazon encogido y el deseo utopico de que aprendamos de nuestros propios errores.

Como no quiero acabar con mal sabor de boca, ni poner fotos horribles de tanques y aviones de guerra, acabo con dos imagenes un poco mas alegres. Una es de nuestros nuevos amigos Hugh y Adriana con los que hemos coincidido en Hoi An y Saigon degustando especialidades locales. La otra de Juan con su nuevo estilo "comandante" que ya habreis notado, no veais lo pesado que se pone cuando le da por imitar a Fidel...Esta vez Maripi no te puedes quejar no?



Besos a todos.