Merry Christmas
FEEEEEELIIIIIIIZZ NAVIIIIDAAAAAAD!!!
Aqui estamos, en Byron Bay, en el punto mas al este de Australia pasando unas extranhas navidades rodeados de otros viajeros que andan tan perdidos como nosotros y sobretodo echandoos a todos de menos mas de lo habitual...estoy un poco sentimentaloide, la verdad. Nos hemos acordado mucho de vosotros y os mandamos un beso enorme para todos desde el calorcito de las antipodas.
Desde Rainbow beach nos fuimos a Brisbane (llamado por los australianos "BrizVegas"), solamente pasabamos una noche y como teniamos que salir temprano, el plan era cenar y a la cama. Resulta que el hostel tenia un bar muy marchoso con una fiesta de togas (nooo, no nos disfrazamos), conocimos a un aleman, un par de americanos y a un par de irlandeses....y paso lo que paso claro. Pateando la ciudad de madrugada buscando un sitio donde nos dejasen entrar con chanclas playeras y pantalones cortos...nos lo pasamos teta, charlando y bailando...vamos el alma de la fiesta, aunque sin toga.
Con un poco de resaca y unas cuantas horas de bus por delante nos levantamos y pusimos rumbo a Byron Bay donde vamos a pasar estas navidades. Byron Bay es una pequenha ciudad con un deje hippie pero que al ser uno de los lugares favoritos de escapadas desde Sydney tiene muchas tiendas y todo lo necesario para el turismo que recibe (a mi me recuerda a Bayona, salvando las distancias).
Como no podia ser de otra forma, hemos pasado el dia de nochebuena en la playuni, dandonos un banhito con nuestro gorro de santa en la cabeza todo el dia (mirad sino la felicidad que irradia Martinha con su gorro). En la playa hemos visto lo tipico: Surferos vestidos de papa noel y hasta a unos cuantos jugando un partido de cricket en la playa...en vez de una pachanga aqui se echan unos cuantos "innings"...de lo mas english oye!!
Cenamos en un restaurante indio con Julia y Isabelle, unas amigas alemanas que habiamos conocido en Great Keppel. Todo estaba muy rico, pero desde luego no como las comilonas familiares respectivas a base de marisco...me esta entrando un hambre pensando en esos langostinitos, esas perdices, esas centollas....vamos que en lo culinario la envidia es nuestra.
Despues de la cena (que empezo a las 7 de la tarde, hay que adaptarse!!) nos fuimos a un pequenho conciertillo de un grupo super-rockero pero del rock clasico. Vamos, que la media de edad de la banda eran los 49 o asi. Estuvo genial, se unio Andreas, el chico aleman que conocimos en BrisVegas, y estuvimos escuchando muy buena musica y la gente estaba muy animada...eso si a las 24h todos para casa, si es queeee no cambian ni en Navidad. Era noche de luna llena y aunque habia bastantes nubes le intentamos hacer un par de fotos antes de volver a casa.
Para la comida de Navidad nos apuntamos a una mega-barbacoa en el hostel para hacer un poco de pinha y montar un poco de jaleo. Los chicos que trabajan en el hostel se curraron la carne y las ensaladas, ademas de algo a lo que ellos llamaron sangria... en fin, era de color marron y estaba rico, pero de sangria na de na. Aqui veis a los cocineros muy navidenhos y a la gente haciendo cola con sus platos frente a la barbacoa.
Como veis, nuestra comida navidenha se parecio solo a las vuestras por los gorros de papa noel, sobre todo despues de ver la foto de la familia de Marta con esos langostinitos, y a nosotros con esa peazo caja de vino-carton que sale en la foto. Tres litros de Cabernet Sauvignon nada menos... mas rico de lo esperado.
La tarde de Navidad transcurrio, a pesar de la piscina donde nos zapateamos un rato, como transcurre siempre. Nos encontramos a unos espanholes e italianos (cosa poco habitual) con los que nos embarcamos en una enterna sobremesa con partida de cartas incluida. Como en casa vamos.
Por la noche nos hicimos una riquisima pasta con verduras (estos italianos lo llevan en la sangre) para compensar la barbacoa, compartiendo con gente de otros lugares las tradiciones de cada uno. Ahora ya sabemos que en Catalunha los ninhos la emprenden a palos con un tronco para que cague regalos (es literal) y que a los italianos, una bruja en su escoba, les trae regalos o carbon el dia 6 de enero.
Y de esta forma termino un extranho dia de Navidad con pantalon corto y chanclas, y acordandonos mucho de todos vosotros. FELIZ NAVIDAD.