lunes, 15 de octubre de 2007

Tango y Milonga

Siguiendo con la identificación de lugares con sonidos, Buenos Aires es, sin duda, tango. Quizá el hecho de que nos coincidiesen algunos días grises, ayudó a asociar a la propia ciudad esa cadencia melancólica y un tanto triste de bandoneón. Pero sin duda las conversaciones que mantuvimos con porteños (bonaerenses), en su mayoría taxistas o camareros (siempre con un pariente gallego más o menos lejano, y no es broma) nos ayudaron a perfilar la imagen de la sociedad argentina, o al menos de una parte de ella un tanto desgarrada.

Añorando tiempos mejores, heridos en su orgullo (que lo tienen) de nación grande (que lo son) por los malos tiempos que se han visto obligados a pasar. Las cosas parecen haber mejorado desde la crisis del 2001, pero la esperanza (que existe)semeja acotada por una desconfianza absoluta en la capacidad de su clase política de sacar al país adelante.

Hablemos de cosas un poco más terrenales, de la ciudad en sí, que por cierto, como muchos sabéis, hemos visitado en compañía de los padres de Juan, que se han incorporado a esta etapa de nuestro viaje, aterrizando con gran éxito en el "Gran Hotel Goya" de Suipacha, en plena remodelación de mobiliario y prestigio, que actualmente está en horas bajas.

La capital federal es casi tan grande como Madrid, pero está embebida en una provincia (el gran Buenos Aires) que acoge a un tercio de la población total del país, 13 millones de 39. La capital, como todas las grandes ciudades es un conglomerado de barrios tan dispares como cabe imaginar. Barrios con encanto y sabor tradicional, como San Telmo: con sus mercadillos de antigüedades, sus bares abarrotados los fines de semana, la música callejera... y los ladronzuelos que se quedaron nuestra cámara, todo hay que decirlo; o como La Boca, sede de uno de los clubes de fútbol más famosos del mundo y con la calle Caminito como exponente (un poco turístico) de su antigua y colorista arquitectura a base de chapas de barco.



Barrios en pleno resurgir como alguno de los Palermos (un lío, porque existe el Palermo chico, el viejo, el soho, el hollywood...estos dos últimos parece que están de moda); barrios elegantes y caros, plagados de hermosos parques, como la Recoleta, en cuyo cementerio están enterrada Evita. El microcentro, donde estuvimos alojados los cuatro, con los edificios oficiales, y la famosa plaza de mayo donde, como decía Sting, las madres siguen "danzando solas" cada jueves. Y así barrios y más barrios...



La gente, bueno casi todo el mundo conoce a algún argentino, yo creo que son gente superdirecta, que dice lo que piensa sin eufemismos ni buenas palabras, llamando a las cosas por su nombre y con su adornada forma de hablar. Para mi, sentarme en un café, no sólo en Buenos Aires, sino en cualquier otra ciudad de Argentina es como estar en medio de un rodaje de una película de Campanella. Son personas que no te dejan indiferente. A nosotros nos han tratado fenomenal, salvo el que se está haciendo fotos con la cámara de Juan.

Entre sus pasiones está el fútbol, sin duda. Intentamos ir a un partido en La Bombonera para comparar con Maracaná, y de hecho coincidimos con un derby histórico, nada menos que el River-Boca. En la imagen, el paseo de la fama de La Bombonera estilo hollywood. Pero no era en la bombonera sino en La Monumental y las entradas a las que podíamos acceder tenían un valor desorbitado.

El precio real de las entradas no era para tanto, pero la realidad es que o vas a las gradas populares y te juegas el pellejo siendo un derby, o vas a las plateas donde la única forma de conseguir una localidad es a través de las agencias que, como en Río, llevan a los turistas del hotel al estadio y del estadio a casa. Sólo que esta vez, el precio se cuadriplicaba, 100 euros por una entrada!!, un robo hablando de precios argentinos. Así que, aunque fuese una ocasión única, no fuimos.

Ahora, otra pasión que entra con fuerza es el rugby (léase /ragbi/ que ellos lo pronuncian bien), con el tema del mundial están que no mean con los pumas, y en la tele de vez en cuando hay spots que explican las normas del juego, para que los futboleros se enteren de una vez como va esto ahora que han llegado a semifinales del mundial, que lamentáblemente han perdido contra Sudáfrica. Para que veais el furor que causan aquí un ejemplo de la estupenda publicidad argentina:
Soy un puma, soy un puma...

Luego está el tango claro. Existen varios tipos: el que se baila en escenario, un auténtico show y muestra de elasticidad por parte de dos bailarines que entrelazan sus piernas a la velocidad del rayo; y el que baila la gente de la calle en las milongas, que no sólo es el bar donde se baila, sino también un tipo de tango. Hay todo un código de conducta para participar de una milonga, pero todo se basa en un principio tradicional según el cual un hombre saca a bailar a una mujer y todo el mundo se divierte. Aunque en el tango no se demuestra, pues el rictus del baile es extremandamente serio, y, por qué no decirlo, sensual hasta la médula.

Por supuesto Juan y yo hicimos nuestros pinitos y por medio de un amigo (gracias Fabián) contactamos con una profesora que nos enseñó los principios básicos. La experiencia fue del todo satisfactoria, no hubo pisotones ni caídas. La principal dificultad es la comunicación muda entre los dos bailarines, a través del contacto, de un pequeño roce, se le dice al otro cual va a ser el siguiente paso. "El tango es caminar" dijo nuestra profe Pamela (gracias Pamela), y lo difícil para mí es que es el hombre quien, en esa muda conversación, le dice a la mujer cual debe ser su siguiente paso...y eso, qué queréis que os diga, desde mi punto de vista... cuesta... cuesta.

Como no todo va a ser ciudad, un día nos fuimos de excursión fuera de la capital, a una ciudad llamada Tigre que se encuentra en el delta del río Paraná por lo que está formada por un sinfín de canales, a modo de calles y avenidas. La mayoría de las casitas tenían su pequeño muelle de atraque, que en ocasiones era utilizado como sala de estar, o comedor al aire libre como vemos en la foto que acompaña. Un lugar de lo más tranquilo y bucólico. Escapada de fin de semana y refugio soñado de jubilados de diferentes nacionalidades. El único bar que encontramos en la isla por la que paseábamos resultó ser un bar Alemán regentado por esa clase de inmigrantes cuya única integración con la cultura de acogida es geográfica, pues por lo demás parecen seguir viviendo en algún lugar de los Alpes (y cobrando como si estuvieran en los Alpes por cierto).




Como nota culinaria...qué escoger dios mío de la comida argentina: los mil y un cortes de carne (nuestro preferido sigue siendo el bifé de chorizo), las pastas artesanales de herencia italiana, las pizzas tradicionales en las que no importa el número de ingredientes sino el sabor. En la puerta de al lado de nuestro hostel se encontraba la pizzería Las Cuartetas, con mucha solera y prestigio merecido. Nos hinchamos a fugazzetas, una delicia con sólo queso y cebolla a 0,7€ la porción.

Nos vamos al sur, al frio de nuevo...ya os contaremos.

7 comentarios:

Orientadora dijo...

Miemtra trabajo un rato escribiendo el informe me asomo un momento y me hace mucha ilusión esta entrada en especial; veros tan tangueros y bien acompañados... muchos besos, Silvia

A lareira de Santiso dijo...

Preciosas fotos! Eu estiven por alí hai case dous anos, e tamén acabei en Tigre.
Boa viaxe

Anónimo dijo...

Me alegra ver cómo habéis absorbido de Buenos Aires... lo que teníais que absorber. Ya ajustaré cuentas con el "caco" cuando vaya para fin de año (léase, cobrarle la comisión). Sigamos, pues, vuestro viaje austral, ahora por los lagos del Sur...

Anónimo dijo...

Niños, YA NACIÓ CLAUDIA!!!!! Pesó 3,600 k y la mami y la niña están perfectamente. Un besazo,
AyB

Anónimo dijo...

que bien luce la mami...
Besos de Bea

Anónimo dijo...

¿Ya habeis visto la cruz del sur?
Estupendos vuestros comentarios, haceis disfrutar.
Buen viaje

Jacobo Elosua dijo...

Qué bueno. Una pena que no os hayan cuadrado las fechas con lo del 'ragby'. Debe haber sido muy bueno ver en los bares de allí los partidos de los pumas.

Besos.