Pachamama Tiembla

Pachamama: madre tierra...tiembla.

Hola queridos todos. Sentimos haberos tenido preocupados pero las comunicaciones estaban muy complicadas ayer. Estamos bien!!, perfectamente aunque muy cansados, ya en Lima. El terremoto nos pilló en una terraza en la playa de Paracas bastante cerca de Pisco, donde fue el epicentro. Estábamos a puntito de darnos un homenaje de pescado cuando un leve temblor nos hizo pensar que uno de esos terremotos pasajeros nos iba a dejar con la típica sonrisa nerviosa... un segundo y medio más tarde nos dimos cuenta de que no era pasajero y que la gente ponía pies en polvorosa...hicimos lo propio. Estuvimos unos dos minutos en la playa agarraditos sintiendo moverse la arena bajo nuestros pies, con un ojo puesto en el mar por si las moscas. Mientras detrás de nosotros, la mesita en la que habíamos estado sentados colapsaba bajo el techo de la terraza.

Acto seguido el siguiente temor era otro...tsunami!!...todo el pueblo tiró para "la pampa" que está un poco más elevado y es puro desiertito, para allá nos fuimos, de noche, sin linterna (gracias Dios por las cámara digitales y sus potentes LCDs) y con lo puesto porque todas nuestras cosas se quedaron en el hostal y por supuesto no se nos ocurrió ir a buscarlo en ese momento. (Nota: siii llevábamos el pasaporte encima).

Esta es la imagen del paseo de Paracas a las 6 de la mañana de hoy.


Tuvimos la suerte de encontrarnos caminando por la pampa a un grupo de americanos que estaban de convención en el hotel más lujoso del pueblo (que se desplomó prácticamente por completo) y tenían un bus que los iba a recoger en el que nos dejaron acoplarnos a los turistas sueltos que nos fuimos reuniendo. Tras tomar este bus, la idea era tierra adentro que viene tsunami, y eso hicimos, aunque como había riesgo de réplicas y los pueblos cercanos estaban a oscuras decidimos dormir en el bus cerca de Ica.

El día de hoy ha sido una odisea en toda regla, regreso a Paracas, recuperación milagrosa de nuestro equipaje intacto (estábamos en un segundo piso y no le llegó el agua), bus interminable en el que pretendíamos llegar a Lima, atascos dignos de operación salida, renuncio de los americanos por órdenes de su embajador que les obligó a volver a Pisco, caminata a pie de los 6 que seguimos hacia a Lima para cruzar un puente con un sólo carril en uso, taxi a Chincha que estaba bastante derruida y bus a Lima a donde hemos llegado a eso de las 6 de la tarde, casi un día después del terremoto.

En resumen, hemos tenido mucha suerte y hemos sido también muy precavidos (que sí mamá que somos muy responsables). Los desastres han sido grandes y las muertes muchas, la playa de Paracas era un auténtico desastre esta mañana, las carreteras y los pueblos de Pisco y Chincha todavía peor. Las grietas en la carretera eran de peli de terror. Una auténtica e intensa aventura de las que es mejor no vivir, pero que cuando no te toca otra hay que hacerlo con serenidad y toda la cabeza fría que puedas. Aquí los más perjudicados son los peruanos que han perdido sus casas, que a estas horas están sin agua ni electricidada y que por lo que dicen en la radio se sienten un poco dejados de la mano de Dios en cuanto a ayuda.

Ahora mismo os escribimos desde las oficinas de la Agencia Española de Cooperación Internacional donde trabaja el padre de Pepe que nos va a llevar en breve a casa de Pepe para descansar pero amablemente nos han dejado usar el correo. En fin que iba a ser un estamos bien y al final ha salido toda la historia.

Besos a todos

Juan y Marta