¿¿La Paz??
Sabemos que los españoles eligieron este lugar por estar a medio camino entre la costa (Lima) y las minas doradas del Potosí, solo así se explica un emplazamiento tan descabellado a semejante altura (cuasi 4000 metros). Esta es la vista de uno de los valles que conforman la ciudad. Como vemos las casas se encaraman a las colinas desafiando la ley de la gravedad. Ni que decir tiene lo complicado que resulta trepar por sus calles con el oxígeno limitadito que tenemos aquí.
Lo que no sabemos es qué boliviano o español con bastante ironía le puso precisamente ese nombre a esta ciudad. Ya que si por algo se caracteriza La Paz, es por no ser un sitio pacífico en absoluto. El tráfico, tanto humano como rodado es espectacular: minibuses con tipos colgados de la puerta que vociferan precio y destino de su recorrido, autobuses escolares americanos de cuando Lincoln era presidente, mercadillos callejeros que cubren parcialmente las aceras (donde puedes encontrar desde comida hasta pañales o gorros de ducha), personas cruzando entre los coches por lugares inverosímiles, y básicamente humo y más humo ya que la ITV la llevan algo atrasada en este país.
Aunque esto es realmente un caos, eso es precisamente parte de la gracia de un país tan auténtico como Bolivia. Aún en la capital, cientos de mujeres visten con ropa tradicional (se les llama "Cholitas"). En la foto las vemos con sus trenzas, su especie de bombín y con su hatillo de colores a la espalda donde pueden llevar desde fruta hasta un "guagua" (no son buses, sino como llaman aquí a los bebés)...es increíble la fuerza y aguante de estas mujeres.
Cerca de La Paz se encuentran las ruinas de una civilización anterior a los propios Incas, que mantuvo un gran imperio que perduró durante 17 siglos y que en su plenitud alcanzó una superficie de 600.000 Km cuadrados ocupando parte de Bolivia, Perú, Argentina y Chile. Se trata del pueblo Tiwanaku. El emplazamiento es interesante pero los arqueólogos tienen todavía curro para rato. En la foto está Marta posando junto a la Puerta del Sol (sin uvas ni champán), el conocimiento astronómico de este pueblo era sorprendente...con esta puerta calculaban las estaciones del año y sus meses. En fin, que cuando Europa estaba en pañales, esta gente tenía el firmamento dominado. Como anécdota decir que Evo Morales tomó posesión de su cargo sobre estas ruinas.
Por último y para que veáis nuestra integración con el pueblo boliviano y sus costumbres, Juan se aventuró, muy a pesar de Marta, a un "Salón de belleza" para hacerse un afeitado al más puro estilo del Oeste. Quizá la imagen no haga justicia al nerviosismo que se respiraba en el ambiente, no sólo por parte de Juan sino también del barbero que necesitó más de media hora para acabar con la espesa y rebelde barba. No os preocupéis, la operación fue todo un éxito, aunque Marta sigue echando de menos el momento barbudiño.
Besos para todos.