El escondite de Roldan
Os acordais, alla por 1995, de la noticia de la detencion de Luis Roldan en un pais llamado Laos? Esa fue la primera vez (y creo que la de muchos) que yo oi hablar de la existencia de ese pais. Ahora que lo conocemos, nos parece un buen lugar para perderse.
Su capital, Vientiane, es pequenha comparada con cualquiera de las otras capitales del Sudeste Asiatico. Es manejable y puede ser recorrida facilmente a pie o en bici. Desde la llegada nos gusto mucho la cadencia tranquila del pais y la gente supersonriente y nada pesados con los turistas (logicamente, te intentan vender cosas, pero no insisten y todo con una gran sonrisa).
La ciudad cuenta con muchos lugares para visitar pero lo que mas nos gusto, sorprendentemente, fue la comida. Normalmente en Espanha te puedes encontrar restaurantes tailandeses o vietnamitas pero la cocina laosiana no es nada conocida y desde aqui la reivindicamos.
Empezamos por el "Laap", uno de los platos mas famosos del pais, que consiste en una especie de ensalada fria con muchos vegetales: lemmongrass, cilantro, cebolletas, zumo de lima,... y algo de carne picada, puede ser pollo, bufalo, cerdo o incluso pescado o tofu....deliciosooo!! Otro de los platos que nos encanto se llama "Paa sam lot" y no es mas que un pescado del rio Mekong rebozado y frito con una salsa de Tamarindo increible (de pensarlo se me vuelve a caer la baba). Todo esto bajado con Beerlao, el orgullo nacional y uno de los pocos productos exportados de Laos. Muy cercana a la Mahou para nuestros inexpertos paladares cerveceros.
Recorriendo los templos del centro de la ciudad nos hemos encontrado con monjes y con ninhos de las escuelas muy extrovertidos, que con cuatro palabras y una sonrisa te hacian sentir bienvenido. Quiza el monumento mas alejado del centro de la ciudad sea la stupa Pha That Luang, pero merece la pena ir hasta alli ya que es la mas importante de Laos y cuenta con un techo cubierto de papel de oro imponente.
Desde Vientiane nos movimos al norte hacia Vang Vieng, esta es una ciudad muy interesante ya que explica lo que un turismo mal dirigido puede hacer en un entorno natural imbatible. Resulta que este pequenho pueblo cuenta con unas montanhas preciosas en los alrededores y con un par de rios en los que se puede hacer rafting. El caso es que se puso de moda hacer "tubing" en el rio (en resumen, tirarse sentado en un neumatico y dejarte arrastrar por la corriente hasta llegar al pueblo).
Acto seguido, algun avispado viendo el flujo continuo de turistas por el rio decidio poner unos bares "isla" donde la gente podia hacer "avituallamiento etilico". Tras esta idea, todo fue degenerando hacia un "parque acuatico" para guiris con ganas de fiesta, con bares que cuentan con "happy" de todo (pizzas, batidos, tartas...) y repiten hasta el infinito capitulos de la serie friends, vamos que el lugar se ha convertido en un circo para extranjeros, una especie de Ibiza barata con cero integracion local.
Viendo el percal nosotros pasamos solo una noche, si bien es cierto que habia excursiones por los alrededores con muy buena pinta, y nos pillamos otro bus hacia Luang Prabang. El trayecto pasa por unos paisajes alucinantes, aunque ibamos amedrentados por todos los comentarios recibidos sobre lo mala que era la carretera y el mareo que se pillaba todo el mundo...pero creo que los gallegos somos inmunes a las curvas. Eso si, lo del bus y el tuktuk (foto incluida) fue de conha, pillamos uno de esos VIP buses...me da un escalofrio solo pensar como pueden ser los locales.
Aunque las expectativas eran altas, Luang Prabang nos ha encantado. Tiene un ambiente especial, con un gobierno local muy consciente de lo atractivo que resulta el concepto de turismo alternativo y sostenible. Hemos visto, por ejemplo, carteles pidiendo que no hagas fotos a los monjes como si fueran animales de feria y que hay que mostrarles un gran respeto. Es algo con lo que coincidimos plenamente y que nos ha avergonzado varias veces cuando hemos visto a un grupo de turistas abalanzarse sobre algun templo budista.
Como contrapunto, el pueblo tiene toque de queda...si, habeis oido bien, si a las 0:00 horas la policia te encuentra por la calles, te escolta a casa!. Nosotros aun no lo hemos visto pero tenemos el aviso oficial del gobierno pegado en la puerta de nuestra habita...asi que vida de cenicienta.
Aqui hemos bajado una marcha y nos hemos paseado por sus calles, recorrido su mercado nocturno (quizas el mas tranquilo de toda asia y por supuesto cerrado antes de medianoche) y para deleitaros a nuestra vuelta, nos hemos apuntado a un curso de cocina.
Nos lo hemos pasado fenomenal, primero visitamos el mercado local donde puedes comprar todos los ingredientes frescos que necesitas para los platos y por supuesto tambien candados, bragas, paraguas o acondicionador para el pelo. Despues nuestro chef, Phia Yang, nos ha preparado varios platos y nos ha dado truquillos para reemplazar ingredientes que no se encuentran facilmente en Europa.
Una vez terminada la clase magistral, era nuestro turno, preparamos cinco platos diferentes con bastante exito. Laap de pollo, fideos de arroz fritos con vegetales y cerdo, berenjena salteada con cerdo, una ensalada tipica de Luang Prabang y una cazuela de cerdo.
A todos aquellos que pensabais que en Espanha se comia mucho ajo....no os podeis ni imaginar la cantidad de ellos que utilizan aqui, no usan un par de dientes, aqui van de media docena en media docena. El exito o fracaso de los platos ya lo juzgareis por vosotros mismos cuando os los preparemos en Espanha. Lo complicado va a ser encontrar tamarindo (tendremos que comprarlo a precio "Corte Ingles") pero aqui el arbol nace hasta debajo de las piedras.
Aparte de comer bien, hemos visitado algunos de los mas de 30 templos que existen en Luang Prabang, los hay para todos los gustos y muchos de ellos son realmente espectaculares, muy coloridos y con esos tejados tan caracteristicos de esta parte de Asia.
Una manhana nos pegamos un buen madrugon para ver una tradicion muy especial de los monjes budistas. Resulta que el budismo no permite a sus monjes cultivar sus propios alimentos, asi que dependen de la solidaridad de los habitantes de la zona.
Entre las cinco (mas bien cinco y media, que a las cinco nosotros estabamos al pie del canhon y alli no habia ni blas), y las seis de la manhana los monjes recorren el pueblo con un cesto bajo el brazo, y la gente arrodillada a lo largo de las calles le llena los cestos con arroz. Es un momento digno de ver pese a los bostezos. Tambien es cierto que cuando una tradicion lleva mucho tiempo vigente, los protagonistas ven en ello una rutina mas que un bello gesto, y eso es un poco triste.
Viendo el buen rollito que nos traiamos con la ciudad, hemos decidido quedarnos un poco mas por la zona y hacer un trekking de 3 dias para visitar los pueblos del norte poblados por las minorias Hmong (los mismos que estaban, si os acordais, en Sapa al norte de Vietnam) y Khmu.
Satith, nuestro guia, nos llevo a buen ritmo por unos bonitos paisajes de montanha atravesando poblados, hasta llegar al pueblo donde pasariamos la primera noche, todo iba perfecto, disfrutando del camino y con una charla animada hasta que... basicamenteee...nos cayo la del PULPO!!. Fascinante, yo no habia visto llover asi en mi vida, las gotas te hacian danho en los hombros aun con toda la ropa encima.
Pues bien, este pequenho contratiempo convirtio el resto del primer dia de trekking en un infierno de barro por el que nos deslizamos durante unas eternas cuatro horas hasta llegar al destino. Llegamos empapados desde la punta de los pies hasta la cabeza y con las piernas al borde del colapso por la tension de ir continuamente buscando un punto firme en medio de aquel barrizal. Para colmo, resulta que las mochilas al igual que los relojes aguantan agua pero hasta un punto, asi que toda nuestra ropa limpia estaba casi igual de mojada....pa echarse a llorar.
Pocas opciones habia mas que resignarse e intentar disfrutar de lo que nos quedaba. Nos levantamos temprano al dia siguiente e hicimos otra caminata mas corta hasta el segundo pueblo donde ibamos a dormir. Esta vez no llovio (al menos durante el camino, si lo hizo despues) y todo fue sobre ruedas salvo la humedad de la ropa. Desde nuestra cabanha teniamos unas vistas espectaculares del rio que bordea al pueblo, donde yo me di un merecido banho despues del esfuerzo.
En todos estos pueblos que hemos visitado nos hemos sentido un poco extranhos, todos sienten una curiosidad enorme por ti pero realmente no puedes comunicarte mucho con ellos salvo el "hola" y "gracias" que aprendes en su lengua. Desde nuestro punto de vista al tour le falto un poco de integracion con la gente local, estabas en el pueblo pero dentro de tu cabanha, nos hubiese gustado mas dormir con una familia como lo hicimos en Vietnam. Asi puedes ayudarles a cocinar y dar un toque mas de normalidad a tu presencia.
Para acabar nuestro particular triatlon, hicimos un poco de kayaking bajando el rio Nam Khan de nuevo hasta Luang Prabang. El dia amanecio lluvioso, lo que nos hace pensar que quiza la epoca de lluvias se ha adelantado un poco este anho (normalmente comienza en Junio). Estuvo bien descansar un poco las piernas y dejarle hacer el trabajo a los brazos. Pasamos por unos pequenhos rapidos que hicieron el camino mas entretenido y finalmente llegamos a nuestro hostal cansados, con ganas de una buena ducha y mucha ropa que lavar.
Quiza lo mas bonito de nuestro recorrido fueron los encuentros con los ninhos de los pueblos, al principio timidos pero ganando confianza a pasos forzados. Les encanta verse en el display de la camara y no pueden parar de reir. Les hicimos miles de fotos y disfrutamos mucho de su curiosidad genuina y su desparpajo. Aqui van unas cuantas.
Ya os hemos hablado de comida asi que para finalizar os vamos a mostrar, tal cual "coco" en barrio sesamo, la diferencia entre una sopa de noodles estilo local y la misma estilo "falang" (guiri). Nos quedamos boquiabiertos al ver la cantidad de salsas (la mayoria picantes por supuesto) que tuvo que echarle Satith a su plato para conseguir ese color rojizo...la mia, obviamente, era un poco mas suave.
Y esto es todo de momento, manhana nos embarcamos para cruzar de nuevo la frontera con Tailandia rio arriba, pero esa es otra historia.
Un beso.
Juan y Marta